El número de muertos por el incendio que destruyó el pasado domingo una discoteca en la ciudad brasileña de Santa María se elevó a 235 y el de personas hospitalizadas a 143, según los boletines divulgados hoy por las autoridades.
Tres días después del incendio más trágico en Brasil en los últimos cincuenta años el número de víctimas sigue aumentando debido a que muchas personas que inicialmente no necesitaron ayuda médica comienzan a sufrir ahora síntomas de intoxicación respiratoria y de neumonía química por el humo tóxico inhalado.
El fallecimiento el martes de uno de los 75 pacientes que están en estado grave elevó a 235 el número de muertos, en su gran mayoría jóvenes universitarios.
Gustavo Marques Gonzalves, que era atendido en una unidad de cuidados intensivos del Hospital del Pronto Socorro de Porto Alegre, no resistió a los problemas respiratorios y los médicos confirmaron su muerte encefálica.
Según un balance del Sistema Único de Salud, además de las personas que fueron hospitalizadas el día de la tragedia, en su mayoría por problemas respiratorios y algunos por quemaduras, cerca de treinta buscaron ayuda médica en los días posteriores.
TAN SOLO EL MARTES 22 PERSONAS FUERON INGRESADAS
Son pacientes que salieron aparentemente ilesos de la discoteca Kiss pero que comenzaron a sentir síntomas como falta de aire, dificultad para respirar y cansancio, que son típicos de la neumonía química y que pueden surgir hasta cinco días después de la inhalación de sustancias tóxicas.
Estos pacientes fueron hospitalizados para observación y, según los médicos, pueden necesitar la ayuda de aparatos para respirar en caso de que su estado se agrave.
De acuerdo con el balance del Sistema Único de Salud, de las 143 personas hospitalizadas actualmente, 57 fueron trasladadas a Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul, estado del sur de Brasil y fronterizo con Argentina y Uruguay en el que está ubicado Santa María.
El organismo informó igualmente de que el número de personas consideradas como en estado crítico y con riesgo de muerte permanece inalterado en 75 y que un total de 82 pacientes está ingresado en unidades de cuidados intensivos, 33 de los cuales necesitan respirar con la ayuda de aparatos mecánicos.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó cuando uno de los integrantes de la banda Gurizada Fandangueira que se presentaba en la discoteca Kiss encendió un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un local cerrado, en la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar las puertas para evitar que el público saliese sin pagar, según los bomberos.
La difícil evacuación, la concentración de humo tóxico y la avalancha de personas corriendo hacia la única salida, en donde muchos fueron pisoteados, causaron un atasco y numerosas muertes por asfixia.
UNO DE LOS PROPIETARIOS DE LA DISCOTECA KISS INTENTA SUICIDIARSE
Uno de los propietarios de la discoteca Kiss de la ciudad brasileña de Santa María, en la que un incendio el pasado domingo dejó 235 muertos, intentó suicidarse en el hospital en el que está bajo custodia, confirmó hoy la policía.
El empresario Elessandro Spohr, uno de los dos socios del establecimiento siniestrado, intentó ahorcarse con una manguera en uno de los baños del hospital de la ciudad de Cruz Alta en el que está siendo tratado de problemas respiratorios a causa del incendio y en donde es vigilado por policías debido a que está bajo arresto.
El intento de suicidio, del que habían informado sus médicos y abogados la víspera, fue confirmado hoy por Marcelo Arigony, uno de los comisarios de la Policía Civil del estado de Río Grande do Sul responsables de la investigación de la tragedia.
Ahora se encuentra bien y fue esposado a la cama para evitar nuevos intentos, aseguró Arigony en declaraciones a periodistas.
Spohr fue arrestado el lunes en Cruz Alta, adonde, según su abogado, había viajado para ser atendido en un hospital con síntomas de intoxicación respiratoria por temor a permanecer en Santa María.
El otro propietario de la discoteca, Mauro Hoffmann, fue detenido también el lunes tras presentarse en la comisaría de Santa María y luego de que la policía fracasara en diferentes operaciones para localizarlo.
Igualmente están detenidos dos de los integrantes del grupo Gurizada Fandangueira, la banda que tocaba en la discoteca en el momento de la tragedia y a la que se atribuye el origen del incendio.
La policía pidió el arresto de los cuatro para garantizar la investigación y ante el temor de que algunas pruebas fueran destruidas, pero el juez responsable sólo aceptó la detención temporal por cinco días.
"Solicitamos prisiones temporales por 30 días y sólo conseguimos cinco. Ahora necesitamos renovar esos mandatos pero estamos con dificultades. No es culpa del fiscal, del juez o de la policía sino de la legislación que exige muchos requisitos", admitió el comisario.
La justicia también determinó el embargo de los bienes de los dos propietarios de la discoteca para garantizar el posible pago de indemnizaciones en caso de que sean condenados.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó cuando uno de los integrantes de la banda que se presentaba en la discoteca encendió un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un local cerrado, a la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda, el exceso de público, las fallas en las medidas de seguridad de la discoteca y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar la única puerta de salida para evitar que el público saliese sin pagar, según la policía.
La difícil evacuación, la concentración de humo tóxico y la avalancha de personas corriendo hacia la única salida, en donde muchos fueron pisoteados, causaron un atasco y numerosas muertes por asfixia. EFE