Las elecciones portuguesas decidirán este domingo si hay cambio o permanencia
Este domingo, los electores decidirán si apuestan por el socialista Costa o por el conservador Rio
Todas las claves de los dos candidatos portugueses
REDACCIÓN/AGENCIAS
Unas elecciones y dos candidatos: un abogado de Lisboa y un economista de Oporto. El socialista António Costa y el conservador Rui Rio, con perfiles diferentes pero trayectorias similares, se lo juegan todo este domingo para quedarse con São Bento, la residencia del primer ministro de Portugal.
Tras una primera batalla en 2019 que acabó con la victoria de Costa, los líderes de las dos mayores familias de la política portuguesa, la socialista y la socialdemócrata, se vuelven a enfrentar en un duelo que se anticipa mucho más reñido.
Quiénes son Costa y Rio
Ambos son de la misma generación (Costa tiene 60 años, y Rio 64), acumulan décadas en la política y fueron los alcaldes estrella de sus ciudades natales, pero proceden de familias con orígenes diferentes y desarrollaron su vida profesional en sentidos opuestos.
El actual primer ministro, António Costa, nació en Lisboa, en una familia que militaba activamente contra la dictadura de António de Oliveira Salazar: su padre era un escritor comunista con orígenes en la excolonia de Goa (India) y su madre una periodista y sindicalista.
Costa se interesó por la política desde joven pero se decantó por un camino diferente al de su padre y se unió a las juventudes socialistas a los 14 años, cuando ya pegaba carteles.
Años después decidió matricularse en la Facultad de Derecho, donde dirigía la asociación de estudiantes, y llegó a unirse al despacho de abogados del expresidente Jorge Sampaio.
Por su parte, Rio nació en una familia de clase media de la principal ciudad del norte, Oporto. Su padre, un comerciante seducido por su paso por la Europa central, lo matriculó desde los cuatro años en el Colegio Alemán con el objetivo de que recibiese la educación rigurosa que necesitaría para poner rumbo a tierras germanas en el futuro, algo que nunca llegó a ocurrir.
Estudió en la Facultad de Economía, donde también dirigió la asociación de estudiantes, y después trabajó como economista en la industria textil, la metalúrgica y la banca. Su entrada en la política también se produjo a través de las juventudes del partido que hoy lidera.
Costa y Rio comparten alguna semejanzas en su trayectoria política, aunque la del socialista es más completa y ha llegado más lejos.
Los dos entraron en el Parlamento como diputados en 1991 y desempeñaron diferentes cargos internos en sus partidos, pero solo el socialista ha integrado un Gobierno central y ha pasado por el Parlamento Europeo.
Antes de primer ministro, António Costa ya fue ministro de Asuntos Parlamentarios, Administración Interna y de Justicia en los gabinetes liderados por António Guterres y José Sócrates; portavoz parlamentario y hasta vicepresidente del Parlamento Europeo. La popularidad les llegó a ambos desde la esfera municipal.
Costa, que ya lo había intentado en Loures -a las afueras de la capital- en los noventa, recuperó el Ayuntamiento de Lisboa para los socialistas en 2007 y consiguió dos mayorías absolutas, hasta dejar la alcaldía en 2015 para competir por el Gobierno. Rio alcanzó la popularidad como alcalde de Oporto, entre 2002 y 2013.
Los retos a los que se enfrentan
El vencedor de las elecciones de este domingo en Portugal tiene varios desafíos por delante, desde garantizar la gobernabilidad con un mapa político cada vez más fragmentado hasta reconducir la pandemia, así como encauzar la recuperación económica y social del país.
Después de los desencuentros en la izquierda que precipitaron el fin de la legislatura tras sólo dos años y con un escenario de empate técnico en las urnas, formar gobierno será el primer gran reto que tendrá el ganador de los comicios, pero no el único.
Las proyecciones coinciden en un empate técnico entre el líder socialista y primer ministro, António Costa, y el candidato de centroderecha, Rui Rio (PSD). Necesitarán pactar con los partidos minoritarios de uno y otro lado del arco parlamentario y, según las previsiones, las cuentas estarán muy parejas entre izquierda y derecha.
Una vez formado el Gobierno, el primer paso será cumplir con una tarea que quedó pendiente el ejercicio pasado: aprobar el Presupuesto para 2022.
Las legislativas coinciden además con la peor ola de contagios de coronavirus que ha vivido Portugal, aunque la pandemia ya tiene una cara diferente y los epidemiólogos defienden que el país está entrando en fase de endemia.