Un ciudadano británico residente en Sierra Leona ha contraído la enfermedad del ébola, informa la BBC. El departamento de Sanidad de Reino Unido no ha confirmado si repatriará al enfermo, como ya han hecho países como España y Estados Unidos con otros casos.
Expertos médicos se encuentran actualmente valorando la situación en Sierra Leona "para asegurarse de que se le proporciona la atención adecuada" y se le está facilitando asistencia consular.
Unas 1.400 personas han muerto hasta ahora por el brote de ébola en el oeste de África. Este último caso, el primero en Reino Unido se suma en Occidente al del sacerdote español Miguel Pajares, fallecido por la enfermedad, y el del médico estadounidense Kent Brantly, quien fue dado de alta tras haber sido tratado con un fármaco experimental en un hospital de la ciudad de Atlanta.
El responsable médico adjunto del departamento de Sanidad británico, John Watson, indicó que "el riesgo en general para los ciudadanos del Reino Unido continúa siendo muy bajo". "Contamos con sistemas muy sólidos, muy desarrollados y probados de forma adecuada para gestionar enfermedades infecciosas poco habituales cuando surgen, con el respaldo de un amplio abanico de expertos", agregó.
La epidemia está azotando especialmente a Liberia, con 576 muertes y 972 casos, lo que ha obligado a las autoridades a decretar el toque de queda y poner en cuarentena dos populosos barrios cercanos a la capital.
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90%. Aunque no existe vacuna contra la enfermedad, los médicos estadounidenses estabilizaron a Brantly compensando la pérdida de fluidos hasta que el cuerpo se ha adaptado y podido hacer frente a la enfermedad.
Precisamente hoy ha anunciado el ministro de Justicia de Sierra Leona que el país condenará a dos años de cárcel a aquellos que escondan a enfermos de ébola.