La ley que permitirá al Gobierno británico iniciar las negociaciones sobre la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea superó su primer trámite parlamentario en la Cámara de los Comunes con una amplia mayoría.
El Partido Conservador, con más de la mitad de los escaños, sumó el apoyo de gran parte del Partido Laborista, primero de la oposición, para dar luz verde, por 498 votos a favor y 114 en contra, a una legislación que previsiblemente recibirá el respaldo definitivo de la Cámara baja la próxima semana.
Cerca de una treintena de diputados laboristas se rebelaron contra la disciplina de voto impuesta por su líder, Jeremy Corbyn, y se alinearon en contra de la ley, junto con el Partido Nacionalista Escocés (SNP) y la mayoría de los liberaldemócratas.
En un trámite parlamentario acelerado, los Comunes darán previsiblemente el próximo miércoles su visto bueno final a una escueta norma que se someterá entonces al escrutinio de la Cámara de los Lores.
Una sentencia del Tribunal Supremo ha obligado a la primera ministra, la conservadora Theresa May, a pedir permiso a los diputados para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, la formalidad que dará inicio a dos años de negociaciones entre el Reino Unido y los 27 socios comunitarios restantes.
A pesar de ese revés judicial, May prevé cumplir con su calendario inicial y notificar a Bruselas su intención de abandonar el bloque antes de que comience abril.
Ed Miliband, exlíder del Partido Laborista, recalcó ante los diputados su intención de apoyar los planes del Ejecutivo conservador, a pesar de que hizo campaña por permanecer en la Unión Europea antes del referéndum del pasado 23 de junio. En su opinión, oponerse ahora a la ruptura significaría que "aquellas personas que votaron a favor del 'brexit' porque se sentían ignoradas, estarían siendo ignoradas de nuevo".
En la misma línea, el conservador George Osborne, exministro de Economía, aseveró que "poner al Parlamento en contra de la gente" provocaría una "profunda crisis constitucional" en el país.
El líder liberaldemócrata, Tim Farron, afirmó en cambio que su formación cree que los "retos" que afronta el Reino Unido se resolverían mejor "como miembros de la Unión Europea" y que el partido no va a renunciar a su "identidad" europeísta a pesar del resultado de la consulta sobre la UE.
El independentista escocés Alex Salmond alertó por su parte de que activar la salida del bloque común es una "locura política" y acusó al Gobierno británico de estar "arrastrando a todo el país hacia un pozo".