Han huido de sus países en guerra. Europa estaba obligada a darles asilo, y el pacto entre la UE y Turquía que iba a ofrecerles una alternativa a arriesgar sus vidas en el mar, los tiene condenados en estos campamentos de refugiados en condiciones infrahumanas y denigrantes.
Este fin de semana se cumple un año de ese acuerdo.
"No hemos recibido ninguna respuesta. Cada vez que la Comisión Europea sistemáticamente reporte sobre este acuerdo tiene que incorporar un análisis sobre el cumplimiento de los derechos humanos" denuncia Paula San Pedro, portavoz de OXFAM INTERMON y responsable de incidencia humanitaria.
Una alerta humanitaria de primer orden: "Hay cerca de 15.000 personas en cinco islas que duplican la capacidad que tienen. Están en una situación ínfima y con muy pco asesoramiento psicológico y legal. Viven en una situación extremadamente vulnerable".
"Por mucho que lanzamos esta alarma, Europa sigue mandando un mensaje positivo sobre este acuerdo. Las ONG identificamos diez o quince casos de intentos de suicidios cada mes, incluidos menores" denuncian.
"La UE frena la llegada de refugiados. Para ellos es un éxito, a pesar de la violación de los derechos humanos. Imita de una manera más sutil la política de Trump: hacer acuerdos con terceros países para que se creen estos muros, para que otros terceros países se responsabilicen de lo que le toca a la Unión Europea responsabilizarse" asegura.
ESPAÑA HA ACOGIDO A 733 DE LOS 17.387 REFUGIADOS QUE SE COMPROMETIÓ A RECIBIR
Un año después de la firma del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía para el control de la crisis de refugiados, las llegadas de migrantes se han reducido drásticamente aunque siguen por encima de las deportaciones.
Aproximadamente 30.000 personas llegaron a Grecia desde el 20 de marzo de 2016, una cifra muy inferior a los 989.000 registrados en esa misma fecha de 2015, según datos de la Comisión Europea (CE), al tiempo que apenas 916 personas fueron deportadas a Turquía en el marco del acuerdo.
La carga para Grecia tampoco se ha aligerado sustancialmente a través de las reubicaciones, pues solamente 10.000 migrantes han sido transferidos a otros países de la UE, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lo que sigue dejando por encima de los 62.000 el número de refugiados atrapados en territorio heleno.
España ha acogido hasta la fecha a 733 de la cuota de 17.387 refugiados que se comprometió a recibir.
Las amenazas de Turquía de volver a dejar paso franco a los refugiados hacia las islas griegas, sumado a la llegada del buen tiempo con la primavera, hace tambalearse el precario equilibrio que generó el acuerdo entre Bruselas y Ankara.
"Esto les pareció a muchos un plan imposible de implementar. Y, un año después, los informes siguen dando pruebas de su efectividad en el día a día", analizó en su balance del primer año del acuerdo la propia CE, un optimismo que no comparten en absoluto las ONG y organizaciones humanitarias, que trabajan sobre el terreno de los campos de refugiados en Grecia.
En una conferencia de prensa celebrada en Atenas siete de estas organizaciones, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF), Amnistía Internacional (AI) y Médicos del Mundo (MdM), hicieron un llamamiento para terminar cuanto antes con este acuerdo.
La presidenta MSF en Grecia, Marietta Provopulu, afirmó que el acuerdo "no es una historia de éxito" y denunció que las "restricciones de los flujos migratorios hacen que los refugiados no tengan más opción" que recurrir a los traficantes.
En la misma dirección opinó el director de la oficina nacional de AI, Iraklís Spyridon Aktipis, que calificó el acuerdo de "punto negro en la conciencia europea" y contestó que Turquía pueda ser considerado "un país seguro" al que devolver refugiados.
Spyros Kulojeris, director científico del Consejo Griego para los Refugiados, incidió en que tras el acuerdo los centros de las islas se han convertido de facto en "centros de detención", donde se mantiene de forma preventiva a los refugiados, que no pueden desplazarse al continente mientras se decide sobre su solicitud de asilo.
Las ONG aseguran que este trato no tiene relación con la letra del acuerdo y que viola los derechos humanos.
El presidente de MdM, Nikitas Kanakis, constató por su parte las condiciones de los refugiados son muy malas y aseveró que esto no es negligencia, sino que está hecho intencionadamente, pues "Europa quería desincentivar la llegada de refugiados a través de la falta de servicios".
MSF recordó que en el campo de Moria, en la isla de Lesbos, murieron cinco personas debido a las duras condiciones que impuso un invierno especialmente frío en Grecia.
Los representantes de las organizaciones humanitarias denuncian la falta de medios, especialmente en los campos de las islas, donde se multiplican los casos de personas sanas que sufren transtornos psicológicos por la incertidumbre sobre su situación futura.
En ese sentido las organizaciones humanitarias piden que se traslade a los refugiados de las islas a territorio continental, donde las condiciones son, en su opinión, mejores.
Diversos colectivos solidarios con los refugiados, organizaciones de izquierdas y asociaciones de migrantes en Grecia se manifestaron el sábado en una decena de ciudades griegas, incluyendo Atenas, Salónica (norte) y Patras (oeste) para pedir entre otras cosas su revocación.
En la capital fueron decenas los griegos, que unidos a colectivos de refugiados y de migrantes enarbolaron pancartas en las que se pedía la apertura de las fronteras.