Venezuela revisará sus relaciones con España. La ministra de Exteriores ha convocado al embajador español en Caracas y ha anunciado que el gobierno chavista prepara una batería de medidas contra el ejecutivo de Mariano Rajoy
Paralelamente, el Gobierno de Nicolás Maduro mostró este jueves su "más enérgico rechazo" a la "insistencia" de Mariano Rajoy en "desmeritar" la democracia y las instituciones venezolanas, "especialmente en el contexto de una crisis económica que golpea a España y que debería ocupar la máxima atención de sus autoridades".
Según informó el Ejecutivo venezolano en un comunicado, el Gobierno español "ha tomado partido, en reiteradas oportunidades, a favor de quienes atentan contra la democracia y la paz del pueblo" de Venezuela, al tiempo que dedica sus esfuerzos "a arremeter constantemente contra las instituciones judiciales" del país caribeño.
Esta actitud, desde su punto de vista, "impide un mínimo entendimiento, sólo atribuible a las constantes afrentas del Gobierno de España", lo que ha provocado que Nicolás Maduro haya salido en "defensa legítima de la dignidad e institucionalidad de nuestra Patria", ya que "la élite que gobierna España no cesa en sus pretensiones violatorias del Derecho Internacional Público y se articula con el eje antidemocrático internacional que pretende desconocer la voluntad popular de nuestro pueblo siguiendo guiones imperiales".
Por último el Gobierno de Maduro ratificó su "profundo respeto y lazos de amistad con el pueblo español, quienes serán apreciados y asumidos como ciudadanos".
Este pronunciamiento tiene lugar después de que la ministra de Asuntos Exteriores, Delcy Rodríguez, llamara ayer a las autoridades españolas a "respetar la soberanía de Venezuela", así como a su "Gobierno legítimo elegido democráticamente por el pueblo venezolano".
Rodríguez se manifestó en estos términos después de convocar al embajador de España en Venezuela, Antonio Pérez-Hernández, a quien Rodríguez le trasladó que el Gobierno español "debe ceñirse al estricto respeto al Derecho Internacional Público", al tiempo que se le recordó que no se permitirían "injerencias de ningún tipo, ya que los guiones imperialistas dejaron de interpretarse hace mucho tiempo" en su país y en América Latina.
CRISIS DIPLOMÁTICA
Anteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación convocó al embajador de España en Venezuela, Mario Isea, a quien el Gobierno español, a través del director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, le comunicó que el Ejecutivo considera "intolerables las últimas declaraciones, insultos y amenazas proferidas por el presidente Maduro contra España", en las que llamó a Rajoy "racista" y le acusó de estar detrás de "todas las maniobras" contra el país caribeño.
En ese sentido, el Gobierno español afirmó que las autoridades españolas "han sido y serán siempre respetuosas de la dignidad de las personas que ocupan cargos de gobierno en Venezuela".También se comunicó a Isea que "este tipo de declaraciones e insultos no contribuyen a un mínimo entendimiento entre dos gobiernos que representan a dos pueblos unidos históricamente por estrechos lazos".
La reacción del Gobierno español se produjo después de que el Congreso de los Diputados aprobara el pasado martes una proposición no de ley en la que se solicitaba a las autoridades venezolanas la puesta en libertad de los líderes opositores del país caribeño.
El presidente venezolano respondió en su programa 'En contacto con Maduro' que "si nos buscan, nos encuentran y ya nos encontraron. Se acabaron, Rajoy, tus abusos. A Venezuela se le respeta, que lo sepa España entera", así como que "Simón Bolívar fue capaz de expulsarlos uno a uno. Expulsar a las Cortes de España de aquí. Que lo sepan, racistas de España, racistas de la élite corrupta".