Manuel Valls tomó el relevo de Jean-Marc Ayrault como primer ministro francés, en una jornada en la que multiplicó los contactos para la formación de un Gobierno que pretende mantener una serie de equilibrios en la izquierda.En un intento de aunar posiciones dentro de su campo político, Valls se esforzó en subrayar que el presidente francés, el socialista François Hollande, le ha marcado "una hoja de ruta para ir más lejos, más rápido" en el camino recorrido por Ayrault en sus veintidós meses de mandato. Se trata, en concreto, de "responder a la demanda de justicia y de justicia social (...) que las elecciones municipales han revelado con más fuerza todavía", destacó Valls en el acto de traspaso de poderes celebrado en el palacete de Matignon, residencia oficial del primer ministro.