El presidente saliente de Colombia, Álvaro Uribe, presentó una denuncia contra el mandatario venezolano, Hugo Chávez, ante la Corte Penal Internacional (CPI) y una demanda contra la República Bolivariana de Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), confirmó el letrado Jaime Granados. En declaraciones a la emisora RCN, Granados, que actúa como apoderado legal de Uribe, explicó que la denuncia y la demanda ante esos organismos internacionales responden a una violación de los derechos humanos por parte de Chávez, como persona natural, y de Venezuela, como Estado.
Todo el mismo día en el que Juan Manuel Santos jurará el cargo como presidente de Colombia. Ex ministro de defensa en el gobierno de Uribe, ha prometido que luchará contra las FARC, el paro y la corrupción. Al acto acudirán 3 mil personalidades, también el Príncipe Felipe. Quien no estará es Hugo Chávez, representado por su canciller Nicolás Maduro. Este sábado Bogotá es una ciudad tomada por 27 mil militares y policías que tratan de evitar ataques, como en las dos juras presidenciales anteriores.
Esta decisión de Uribe, tomada a sólo unas horas de dejar el Gobierno colombiano, amenaza con enturbiar aún más las relaciones con el Gobierno de Chávez, quien rompió los lazos diplomáticos el pasado 22 de julio después de que Bogotá denunciara ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la presencia de guerrilleros en Venezuela.
Pese a la ruptura, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, tiene previsto asistir este sábado a la toma de posesión de Juan Manuel Santos, quien sucederá en la Presidencia colombiana a Uribe.
Esta presencia auguraba un paso para sacar adelante la crisis desatada entre los dos países vecinos, pero la demanda y la denuncia presentada hoy por el abogado de Uribe podría afectar el proceso.
A su llegada a Bogotá, la mayoría de los presidentes latinoamericanos invitados a la ceremonia de investidura de Santos hicieron votos y ofrecieron sus buenos oficios para resolver esta crisis, que afecta a toda la región.
Durante el Gobierno de Uribe, Ecuador también rompió sus relaciones con Colombia después de que el Ejército colombiano atacara un campamento de las FARC en el país vecino.
