La Comisión Europea (CE) ha propuesto a los gobiernos de los Veintisiete que contribuyan a una misión común para frenar la avalancha migratoria a la Unión Europea proveniente de Túnez y otros países de África azotados por las revueltas.
Asimismo, Bruselas está estudiando medios de ayuda financiera a Italia, adonde han llegado más de 5.500 inmigrantes tunecinos (a su costa sur, especialmente a la pequeña isla de Lampedusa).
Roma ha reclamado oficialmente a la Unión Europea una ayuda de 100 millones de euros y la extensión de las competencias de la Agencia de control de fronteras europeas (Frontex), según ha confirmado el portavoz de la CE, Michele Cercone.
Frontex no tiene todavía un presupuesto ni unos recursos propios por lo que "cuenta solamente con lo que los países le ofrecen voluntariamente", ha recordado Cercone, quien ha apuntado que la CE "estudia" desbloquear un montante "de urgencia" para Italia de las arcas de la ayuda al refugiado y la vigilancia europea de fronteras.
"Existe la opción del montante de urgencia, pero antes debemos evaluar la petición concreta de Italia y las ventajas e inconvenientes", ha explicado.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmstrom, debatirá con la Eurocámara esta tarde el despliegue de una misión europea en Italia y la asistencia financiera para la misma.
Los eurodiputados y Malmstrom tratarán el fenómeno de la llegada de inmigrantes que aprovechan las revueltas en sus países para llegar a la UE ilegalmente o para solicitar asilo.
La comisaria de Interior está "en contacto perpetuo" con las Frontex "para estudiar medidas concretas a desplegar lo antes posible" en Italia, ha añadido Cercone.
Las autoridades italianas pidieron ayer a través de su ministro del Interior, Roberto Maroni, la "convocatoria urgente" del Consejo Europeo de la UE y declararon el estado de "emergencia humanitaria" en la zona.
La asistencia que la agencia podría aportar a Italia es parecida a la que obtuvo Grecia por la presión migratoria procedente de Turquía en otoño pasado, cuando Frontex desplegó una misión de asistencia rápida (Rabbit).
ITALIA TEME AHORA LA LLEGADA DE EGIPCIOS
Por su parte, el ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, advirtió hoy de la posibilidad de que el "terremoto institucional" de Egipto ocasione un "ingente" flujo de inmigración hacia las costas italianas, que en los dos últimos días viven una tregua tras el desembarco de más de 5.200 indocumentados.
En una rueda de prensa celebrada en Catania (Sicilia), Maroni informó sobre la última hora de la situación que vive el sur de Italia, sobre todo la isla de Lampedusa, después de que el Gobierno decretara el "estado de emergencia humanitaria" el pasado sábado ante la masiva llegada de inmigrantes del norte de África, sobre todo de Túnez.
El titular del Interior compareció en solitario, después de visitar un complejo residencial militar en la localidad de Mineo, próxima a Catania, que pretenden reconvertir en lugar de acogida para inmigrantes, junto al jefe del Ejecutivo, Silvio Berlusconi, quien no participó en la rueda de prensa como estaba previsto, tras conocerse que será juzgado en Milán por el llamado caso Ruby.
"Europa tiene que tomar una posición fuerte y decidida sobre el plano político porque no puede permanecer indiferente. Se trata de un problema que no afecta sólo a los ministros del Interior, sino a los jefes de Estado", comentó Maroni, en declaraciones recogidas por los medios italianos.
El ministro de Interior explicó asimismo que en el complejo de Mineo esperan albergar a cerca de 1.800 de los más de 5.200 llegados desde el pasado enero a las costas italianas, sobre todo a Lampedusa, considerada por muchos como la puerta de entrada de la inmigración ilegal a Europa y donde, sólo el domingo, desembarcaron unos 1.500 indocumentados.
El complejo residencial de la localidad siciliana está alquilado a los militares estadounidenses presentes en una base próxima hasta el próximo 31 de marzo, fecha en la que éstos tienen pensado abandonar esas 404 viviendas.
El flujo de inmigrantes hacia Lampedusa parece haber cesado desde la noche del pasado domingo, pero esta madrugada una barcaza con 32 personas de origen egipcio a bordo fue interceptada a pocas millas de la costa de Ragusa (sureste de Sicilia), algo que Maroni espera que sólo sea un "caso aislado".
"No me hago ilusiones: el bloqueo del flujo que se verifica en Lampedusa en este momento está vinculado a iniciativas adoptadas por las autoridades tunecinas, pero no se excluye que los desembarcos puedan volver a empezar", comentó Maroni.
"Las condiciones meteorológicas están haciendo que los inmigrantes no se animen a llegar, pero hay que destacar que el flujo de Túnez no está gestionado por organizaciones delictivas, como el proveniente de Libia, sino que son iniciativas espontáneas de inmigrantes", añadió.