La Unión Europea ha descartado conceder avales conjuntos a la banca europea para facilitar su refinanciación en los mercados a través de la emisión de deuda, ante la resistencia de varios países y ante la posibilidad de que puedan recurrir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Así lo anunció el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, tras participar en el Consejo de Ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin), donde explicó que, por contra, finalmente se ha optado por garantías nacionales coordinadas. "Ha habido algunos países que decían que necesitaban para la banca garantías europeas", afirmó, al tiempo que recalcó que se trata de bancos en Estados que ya tienen algunos problemas.
Entonces la UE ha optado por otra vía para ayudar a esos bancos y a los países más afectados. "Tenemos un instrumento para eso con el FEEF. Cuando un país no consigue por sí solo los recursos necesarios para recapitalizar a la banca o las garantías sus entidades, entonces puede recurrir al FEEF pero bajo la condición de que firme un Memorando de Entendimiento en el que explica las razones y qué medidas va a tomar" para que en el futuro no vuelva a ocurrir, señaló Schäuble.
El ministro de Finanzas polaco, Jacek Rostowski, explicó en rueda de prensa que se trata de "esquemas nacionales que tendrán que cumplir los requerimientos de la Comisión Europea en cuanto a las ayudas estatales", aunque estas exigencias asegurarán un "máximo de similitud y compatibilidad" entre los Estados miembros.
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, extenderá mañana oficialmente las normas especiales sobre concesión de ayudas estatales a las entidades financieras, adoptadas a finales de 2008 tras el surgimiento de la crisis y la caída de Lehman Brothers, ante las crecientes tensiones en los mercados financieros. Esas exigencias serán vinculantes a partir del 1 de enero.
Para la Comisión Europea, una política coordinada de las garantías a la banca y un grado de mutualización de los avales era "esencial para romper el círculo vicioso entre bancos frágiles y países en dificultades".
España, Italia, Chipre y Francia estaban a favor de la mutualización limitada de las garantías a la banca, pero Suecia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Austria se negaban y Dinamarca y Luxemburgo expresaron sus reservas.
La vicepresidenta económica en funciones del Gobierno español, Elena Salgado, confió, no obstante, en que el proceso de las garantías "va a seguir funcionando de manera adecuada".
Además, dijo, el Banco Central Europeo (BCE) "tiene seguramente en mente también facilitar la financiación de las instituciones financieras a más largo plazo.
El sistema de avales pretende facilitar la recapitalziación de la banca, que aprobaron los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de octubre y en virtud de la cual la banca europea deberá recapitalizarse en 106.447 millones de euros para cumplir con los nuevos requerimientos de capital, un esfuerzo que implica para España reunir 26.161 millones de euros.
El ministro alemán de Finanzas adelantó hoy que la Autoridad Bancaria Europea (ABE) publicará a principios de la próxima semana las cifras definitivas de las necesidades de recapitalización para que la banca sistémica cumpla con el 9 % de capital de máxima calidad antes de junio de 2012, en función de la situación de cada banco a fecha del 30 de septiembre.
Por su parte, Rostowski recalcó que para alcanzar el objetivo de capital el "desapalancamiento", es decir la desinversión masiva de activos o reducciones en las hojas de balance, no va a ser posible. Las entidades podrán, no obstante, aumentar capital a través de la venta de partes organizadas o líneas de negocios.