El presidente de EEUU, Donald Trump, anunciará mañana viernes su decisión sobre el pacto nuclear multilateral firmado con Irán en 2015 y su estrategia para abordar a partir de ahora las relaciones con ese país, anunció hoy la Casa Blanca. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, detalló en su rueda de prensa diaria que Trump hará su anuncio en un discurso mañana a partir de las 12.45 hora local (16.45 GMT).
Trump tiene que anunciar antes del 15 de octubre si considera que Teherán está cumpliendo el pacto multilateral firmado en 2015 para limitar el programa atómico iraní, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Se espera que, entre otras cosas, Trump declare que el Congreso de EEUU debe revisar el acuerdo nuclear porque no va "en el interés nacional" de su país, algo que puede suponer el principio del fin del pacto.
Así lo han adelantado los principales medios estadounidenses, aunque la Casa Blanca ha guardado silencio desde que Trump anticipó en septiembre que ya había tomado una decisión sobre el acuerdo firmado en 2015 entre Irán y seis potencias (EEUU, Francia, el Reino Unido, Alemania, China y Rusia).
De acuerdo con los medios, Trump planea "eliminar la certificación" gubernamental de que el pacto multilateral va "en el interés nacional de Estados Unidos". Ese paso no supone que Washington salga del acuerdo, pero sí abriría una revisión de 60 días en el Congreso estadounidense, que debería considerar "los próximos pasos", incluida la posible imposición de sanciones a Irán.
Lo que ha destacado la portavoz de Trump en los últimos días es que el presidente planteará una "estrategia amplia" que aborde no solamente el acuerdo nuclear, sino también el "mal comportamiento" de Irán, ejemplificado en sus "pruebas de misiles balísticos" y en que es un Estado "patrocinador del terrorismo".
El presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró ayer miércoles que su país está unido en la defensa del acuerdo nuclear y que una decisión de Trump contra el pacto significaría "un fracaso" para Washington.
Otro punto que ha levantado ampollas en Teherán es la posibilidad de que el Gobierno de Trump designe como grupo terrorista al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní, una línea roja para el régimen de los ayatolás.