Trump cree que la amenaza nuclear norcoreana ha desaparecido

  • Los expertos internacionales piensan que los acuerdos de la cumbre Trump-Kim podrían quedar en papel mojado
  • Las tensiones generadas con los países del G7 aguan su anhelo de ser reconocido como un gran estadista tras la firma de su primer acuerdo diplomático

Seguimos conociendo detalles de la histórica reunión entre Trump y Kim Jong-un. El presidente estadounidense se ganó al norcoreano con videos motivadores para buscar una solución pacífica. Pero anécdotas aparte, los expertos internacionales consideran que los acuerdos alcanzados en la cumbre podrían quedar en papel mojado.

No obstante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy que la amenaza nuclear norcoreana ha desaparecido, tras la histórica cumbre que celebró el martes en Singapur con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.

Al llegar a Washington procedente de la ciudad-estado asiática, Trump señaló en su cuenta de Twitter que, tras esta cumbre, "todo el mundo puede ahora sentirse mucho más seguro" que el día en que asumió la presidencia de EE.UU, hace año y medio. "Ya no hay una amenaza nuclear de Corea del Norte. Reunirme con Kim Jong-un fue una experiencia interesante y muy positiva. ¡Corea del Norte tiene un gran potencial para el futuro!", agregó el mandatario estadounidense.

Trump indicó que antes de que llegara a la Casa Blanca, "la gente asumía que íbamos a la guerra con Corea del Norte". "El Presidente (Barack) Obama dijo que Corea del Norte era nuestro mayor y más peligroso problema. No por más tiempo..... duerman bien", afirmó Trump en su tuit.

TRUMP CARGA DE NUEVO CONTRA LA PRENSA

El presidente estadounidense criticó de nuevo a los medios de comunicación "falsos" como el "mayor enemigo" del país por su "menosprecio" al reciente acuerdo con Corea del Norte. "Muy divertido ver las Noticias Falsas, especialmente la NBC y la CNN. Están luchando duro para menospreciar el acuerdo con Corea del Norte. Hace 500 días habrían mendigado por este acuerdo -parecía que iba a desencadenarse una guerra-", aseguró Trump en referencia al periodo previo a su llegada a la Casa Blanca.

"El mayor enemigo de nuestro país son las Noticias Falsas tan fácilmente proclamadas por tontos", remarcó el mandatario horas después de aterrizar en Washington tras su histórica cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en Singapur.

El encuentro entre Trump y Kim fue el primero entre los líderes de ambos países, después de meses de escalada retórica y amenazas militares mutuas. En su reunión, ambos líderes acordaron el inicio del proceso de desnuclearización de Corea del Norte, aunque los detalles deberán ser concretados en futuros encuentros, y Estados Unidos prometió finalizar sus maniobras militares conjuntas con Corea del Sur.

Asimismo, Trump invitó a Kim a la Casa Blanca, propuesta que el líder norcoreano aceptó, según la agencia estatal norcoreana KCNA. Desde su llegada a la Presidencia, el mandatario estadounidense ha criticado de manera repetida a los principales medios de comunicación de su país por considerar que realizan una cobertura injusta de su gobierno y los ha tildado de "Noticias Falsas".

ACUERDO DIPLOMÁTICO CON POCO BRILLO

El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió hoy el impacto global de su histórica cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, pero las tensiones que ha generado con los países del G7 aguaron su anhelo de ser reconocido como un gran estadista tras la firma de su primer acuerdo diplomático. "Todo el mundo puede sentirse mucho más seguro hoy que el día que yo llegué al poder. Ya no hay amenaza nuclear de Corea del Norte", declaró Trump en un tuit al aterrizar en Washington después de un largo viaje desde Singapur.

"Antes de que llegar al poder, la gente asumía que íbamos a la guerra con Corea del Norte. El presidente (Barack) Obama dijo que Corea del Norte era nuestro mayor y más peligroso problema. Ya no es así. ¡(Pueden) dormir tranquilos esta noche!", añadió.

Trump se pronunció así a pesar de que el proceso de desnuclearización ni siquiera ha comenzado y, si llega a producirse, podría durar muchos años, según los cálculos de expertos.

Sus tuits trataban de promocionar el comunicado que firmó este martes en la cumbre con Kim, que pese a su vago contenido, marcó el estreno en la diplomacia proactiva de un presidente que hasta ahora se había distinguido por su ruptura de consensos bilaterales e internacionales.

La cumbre con Kim supuso el intento más notable de Trump de trazar una agenda positiva en el plano mundial, y los aliados tradicionales de Estados Unidos valoraron la cita como un paso bienvenido para rebajar las tensiones con Pyongyang.

Pero Trump, que con sus bruscos anuncios del último año y medio se ha labrado una reputación de líder poco fiable en el plano internacional, complicó sus propias perspectivas de que la cumbre cambiara la forma en la que el mundo le percibe. Lo hizo tres días antes de la cita con Kim, poco después de abandonar la cumbre del G7 en La Malbaie (Canadá).

Después de que el resto de líderes de las mayores economías del mundo cedieran a varias de sus exigencias para el comunicado final, Trump retiró su firma del mismo cuando el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se quejó en una rueda de prensa por los aranceles de EEUU a sus exportaciones de acero y aluminio.

Las tensiones comerciales con Canadá, Japón y la Unión Europea (UE) ya estaban a flor de piel antes de la cumbre del G7, y el hecho de que esa cita estuviera pegada en el calendario a la reunión con Kim generó un singular contraste entre las dos fechas.

Poco después de llamar "débil" y "sumiso" al líder del país vecino y gran aliado de Estados Unidos, Trump se deshacía en halagos al dictador de la nación más hermética del mundo, elogiando su patriotismo, su inteligencia y su talento negociador. Mientras la foto más icónica de la cumbre del G7 le mostraba cruzado de brazos ante una aparentemente frustrada canciller alemana, Angela Merkel; Trump daba la mano a Kim y le sonreía en varias de las instantáneas tomadas en su encuentro en Singapur.

ACTIVAR LOS ACUERDOS DE LA CUMBRE

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, inició hoy un viaje a Corea del Sur y China que supone el primer movimiento diplomático tras la cumbre de Singapur y muestra la importancia de Pekín y Seúl en el proceso de desnuclearización de Pyongyang.

Pompeo partió hoy de Singapur con destino a Seúl para informar al Ejecutivo del presidente Moon Jae-in de los resultados de la histórica cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong-un y el presidente de EEUU, Donald Trump, que dejó la puerta abierta a más negociaciones.

Trump insistió ayer en que el histórico encuentro, que acabó con una declaración poco concreta, era el punto de partida de un largo proceso en el que se verán involucrados no solo Washington y Pyongyang.