Las autoridades portuguesas elevaron hoy a 37 el número de víctimas mortales y a 71 el de heridos en los incendios desatados este domingo en el centro y norte de Portugal, que ya se encuentran extintos en su totalidad. El último balance, ofrecido en una rueda de prensa por la portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) Patrícia Gaspar, refleja además el impacto positivo que el descenso de las temperaturas y las lluvias han tenido en el control de fuegos.
Y es que, dijo Gaspar, de los 247 incendios registrados este lunes en todo el país, se ha pasado hoy a 24, de los que solo tres permanecen activos, todos en el centro de Portugal. No es, por tanto, una situación significativa, según la portavoz, que sin embargo instó a los ciudadanos a mantener el nivel de precaución y abstenerse de hacer fuegos al aire libre.
Gaspar respondió además a las críticas que apuntan a una reducción significativa de medios de combate al fuego en octubre, un mes en el que tradicionalmente desciende la probabilidad de incendio pero que en esta ocasión, ante la sequía y el calor, presentaba riesgos.
La portavoz de Protección Civil defendió que los planes prevean para esta época un descenso de efectivos, pero aseguró que, a principios de octubre y tras recibir las previsiones climáticas, el grueso de medios disponibles se reforzó con 900 bomberos.
Tras apagar las llamas de la nueva tragedia forestal, Portugal vive hoy el primero de sus tres días de luto oficial, que han llevado al primer ministro, António Costa, a visitar a varios de los heridos en un hospital de Coimbra, en el centro del país.
Costa reiteró, en declaraciones a periodistas, que su Gobierno pasará de las palabras a los actos y tomará medidas aunque, advirtió, la vulnerabilidad del país ante los incendios tiene también base en problemas estructurales que tardarán mucho tiempo en resolverse.
"Con catástrofes de esta dimensión todo contribuye a que de alguna forma las cosas no salgan bien", consideró el primer ministro, quien dijo que ahora es tiempo también de atender las necesidades inmediatas de los afectados.