Stanley Greenberg, asesor de Bill Clinton, Tony Blair o Nelson Mandela, y reconocido periodista de The New York Times, está convencido de que Donald Trump no ganará las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. porque con su práctica política "está destruyendo al partido republicano".
"El partido republicano, que perdía votos, vio en Trump un líder agresivo capaz de movilizar a muchos votantes, principalmente en zonas industrializadas y del interior del país, con su misoginia, su machismo y su estrategia antiinmigración, pero lo que supuso al principio una buena táctica se les está volviendo en contra", explica en una entrevista con Efe en Bilbao, donde participa en un congreso sobre comunicación política.
Greenberg asegura que el triunfo de Trump supuso "un gran shock" para el país porque Estados Unidos "es justo lo contrario a él, aunque ahora haya perdido la confianza del resto del mundo", y afirma que "todos los datos sugieren una importante reacción contra Trump en las próximas elecciones presidenciales", que se celebrarán en 2020.
Según expone, para que el actual presidente llegara al poder se sumaron varias circunstancias, entre ellas una campaña electoral "terriblemente incompetente" por parte de su competidora, Hillary Clinton, la intervención del FBI en la última semana antes de los comicios y el "importante papel que jugó Rusia".
Mantiene que Rusia se centró en influir en Pensilvania, Michigan y otros estados, "que fueron los que realmente le hicieron presidente".
También contribuyó al triunfo que Trump fue el único que mencionó una realidad, que consiste en que en los últimos años la mayoría de la población de las grandes metrópolis de Estados Unidos ha nacido fuera del país, y al hacer hincapié en ese dato "consiguió captar la atención" de cierto sector de votantes.
"Veremos si se produce una gran revancha anti Trump, porque de ello depende que se genere un nuevo tipo de fascismo, y esa sería una situación que también tendría repercusión en Europa", dice, y añade que no le sorprendería "ver pasar a Trump del G7 a otro grupo, llámalo GX, formado por los líderes antidemocráticos del mundo".
Greenberg opina que tanto el ascenso al poder del actual presidente de EE.UU. como de otros líderes "populistas" en Europa se explica porque hace años la elite política "estaba muy contenta con el macrocrecimiento económico y no veía que muchísimos trabajadores se estaban quedando al margen de ese progreso, ni que esa misma gente era consciente de que la corrupción se extendía".
"La elite política cosmopolita estaba cómoda sin ver esas repercusiones, y entonces la inmigración creció a un ritmo muy rápido y saltó a la primera línea como un fenómeno global, y no supieron gestionarla", mantiene, a la vez que destaca que este tema "causa división incluso entre los partidos de derecha".
En este ámbito concreto subraya que la pretensión de Trump es "reducir" la entrada de inmigrantes, sean legales o ilegales, y para ello "se ha cargado todas las convenciones y lo ha convertido en el primer problema del país".
Greenberg recuerda que cuando Donald Trump presentó su candidatura ya anunció que "deploraba la delincuencia que, según él, generaba la inmigración. Y ganó", puntualiza.
También se refiere a las "fake news" o noticias falsas y cómo circulan por las redes sociales y opina que, tras la intervención de Rusia en las elecciones estadounidenses, "ahora se ha generado una conciencia pública sobre de qué te puedes fiar o no; ahora la gente trabaja con filtros y duda de todo".