El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó hoy el proyecto presupuestario bipartidista por valor de un billón de dólares, que esta misma mañana fue aprobado por el Congreso, para evitar el cierre parcial del Gobierno federal tras una prolongada lucha entre demócratas y republicanos.
La Casa Blanca informó mediante un comunicado que el mandatario promulgó la ley, que de esta manera entra en vigor.
Con 67 votos a favor y 32 en contra, los senadores aprobaron hoy el principio de acuerdo alcanzado la noche del jueves para financiar la mayoría de las agencias de la burocracia federal en lo que resta del año fiscal 2012 (que va de principios de octubre de este año a finales de septiembre del próximo) y cuyos fondos se agotaban la pasada medianoche.
Tras abandonar las propuestas de restricción de los viajes a Cuba de los ciudadanos cubano-estadounidenses y una disposición de menor importancia relacionada con la supervisión de las operaciones financieras, los miembros de la Cámara de Representantes y los comités de Asignaciones del Senado llegaron a un acuerdo en la noche del jueves después de cuatro días de negociación.
La Cámara de Representantes dio ayer su visto bueno con una votación de 296 votos a favor y 121 en contra y sólo faltaba la luz verde del Senado.
La aprobación del proyecto, que reduce los presupuestos para la mayoría de las agencias federales con excepción del Pentágono, fue posible sólo después de que los republicanos retiraran su exigencia de revertir la flexibilización de viajes y remesas de los cubanoestadounidenses a la isla, ordenada por Obama a principios de este año.
Los demócratas, por su parte, cedieron respecto a nuevas normas para la fabricación de bombillas de luz más eficientes.
El aval del Senado al presupuesto se une a la aprobación del acuerdo de mínimos para prorrogar la rebaja en las retenciones fiscales salariales durante dos meses, que caducaban a final de año.
Esta medida, que todavía ha de recibir el visto bueno de la Cámara la próxima semana, contiene una disposición en la que los republicanos exigen a la Casa Blanca la aprobación de la construcción del oleoducto Keystone XL, que se extendería desde Canadá hasta el Golfo de México y que promete miles de puestos de trabajo.
El pasado noviembre el Congreso aprobó los presupuestos para las agencias encargadas de las áreas de agricultura, comercio, justicia y transporte y vivienda, pero dejaron en el aire nueve proyectos de ley presupuestarios para otras agencias federales.
No es la primera vez que el Congreso ha tenido que recurrir a medidas temporales para mantener en funcionamiento el Gobierno.
La última vez que el Congreso aprobó los 12 proyectos de ley presupuestarios sin parches de emergencia fue hace 15 años.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy estar "muy satisfecho" tras la prórroga aprobada hoy por el Senado al recorte de las retenciones salariales durante dos meses más.
"Si bien este acuerdo es por dos meses, tengo la esperanza (...) De hecho, sería imperdonable que el Congreso no extendiese más este recorte de impuestos para la clase media", dijo Obama en una declaración a la prensa en la Casa Blanca.
El mandatario se ha opuesto en repetidas ocasiones a que los recortes de impuestos estén condicionados a cuestiones que nada tienen que ver, como la rápida aprobación del proyecto del oleoducto Keystone XL.
Según el Gobierno, la decisión de retrasar la aprobación de esta infraestructura polémica se debe a que es preciso revisar el impacto medioambiental del proyecto y no a cálculos electorales.
La Administración Obama anunció recientemente que pospondría su decisión final sobre el oleoducto hasta después de las elecciones de noviembre de 2012.
Si el Congreso no aprobara finalmente la prórroga de los recortes de impuestos sobre las nóminas (con los que se financian las pensiones públicas), estos aumentarían del 4,2 % en la actualidad al 6,2 % a partir del 1 de enero de 2012.
Eso significa que unos 160 millones de estadounidenses afrontarían en el año entrante un aumento promedio de mil dólares en su aportación fiscal.
La Casa Blanca, sus aliados en el Congreso y varios economistas han advertido de que un aumento en los impuestos restringiría el consumo, que conforma el 70 % del producto interno bruto de EE.UU., y frenaría la anémica recuperación económica.
Junto con la rebaja fiscal, el Congreso también está considerando la prórroga por dos meses de los subsidios de desempleo.