Mientras en Irán es jornada de reflexión. El país acude mañana a las urnas para elegir al sucesor de Ahmadineyad. Este hombre, Said Jalili es uno de los favoritos al contar con el apoyo del líder del país, Alí Jamenei.
Además, para evitar sorpresas los ayatolas se han efectuado un severo filtro electoral que ha dejado fuera a todos los aspirantes reformistas.
Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y uno de los miembros del círculo íntimo del líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, es el candidato favorito de la línea principalista islámica para los comicios presidenciales del próximo 14 de junio.
NEGOCIADOR NUCLEAR QUE SURGE DE LA ORTODOXIA ISLÁMICA
Jalili es la representación más ortodoxa del núcleo duro ultraconservador musulmán chií que domina la actual política iraní, que ya controla el Parlamento y el Poder Judicial y ahora ha establecido una pugna interna para copar también el Ejecutivo.
Nacido el 6 de septiembre de 1965 en la ciudad oriental iraní de Mashah, uno de los principales centros religiosos de Irán, Jalili se trasladó a Teherán para estudiar en la universidad Imán Sadeq Ciencias Políticas Islámicas.
Muy joven, participó en la guerra entre Irán e Irak (1980-88) como voluntario islámico (basij) y en 1986, perdió la pierna derecha debido a la deficiente atención médica en una herida.
Tras doctorarse, dio clases sobre la "Política exterior del profeta Mahoma" en la misma universidad Imán Sadeq y, en 1991, entró en el Ministerio de Asuntos Exteriores, donde estuvo 18 años.
Su primer trabajo en Exteriores fue como jefe del Departamento de Inspección y, en el periodo del presidente reformista Mohamad Jatami (1997-2005), fue viceministro para Asuntos de EEUU, país con el que Irán no mantiene relaciones desde 1980 y que es el principal enemigo de la República Islámica junto con Israel.
En 2001 entró en la Oficina del Líder Supremo y, en 2005, tras la victoria en las presidenciales del conservador nacionalista Mahmud Ahmadineyad sobre el exgobernante reformista moderado Akbar Hashemi Rafsanyani, fue designado asesor de la Presidencia y viceministro de Exteriores para Asuntos Europeos y Americanos.
Dos años más tarde, en 2007, dejó Exteriores para ocupar un cargo de la mayor confianza del líder supremo, como secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, que ocupa desde entonces.
Dentro de sus competencias, Jalili dirige, como enviado directo de Jamenei, las negociaciones internacionales sobre la cuestión nuclear de Irán con el Grupo 5+1, compuesto por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia) más Alemania.
El 11 de mayo pasado, en el último día de plazo para la inscripción de aspirantes a la Presidencia de Irán, Jalili se registro de manera imprevista y, de inmediato, se convirtió en el favorito del sistema para los comicios para sustituir a Ahmadineyad, que ha completado los dos mandatos constitucionales.
El 21 de mayo pasado, el Consejo de Guardianes, órgano religioso musulmán chií que supervisa la vida política del país, anunció que sólo ocho de los aspirantes habían sido aprobados como candidatos, entre ellos Jalili y otros cuatro principalistas.
En la selección, los Guardianes rechazaron a los más destacados aspirantes opuestos a la línea principalista, como el propio expresidente Rafsanyani y Esfandiar Rahim Mashaei, nacionalista conservador del entorno de Ahmadineyad, lo que reducía la batalla electoral al sector ultraconservador del régimen.
Durante esta campaña, Jalili ha recurrido a los sentimientos islámicos en mayor medida que otros candidatos, ha propugnado medidas sociales muy cerradas y ha viajado a Qom, el principal centro religioso de Irán, para buscar el apoyo del sector más radical del clero chií que supervisa el sistema.