El Reino Unido ha salido de la recesión en la que estaba sumergido desde finales de 2011 al registrarse un crecimiento del PIB del 1 % en el tercer trimestre de este año, según informó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). Después de tres trimestres consecutivos de contracción económica, de octubre de 2011 a junio de 2012, entre julio y septiembre de este año la economía británica ha crecido gracias en parte al impulso de los Juegos Olímpicos.
El crecimiento en este tercer trimestre ha sido superior al pronosticado por los analistas, que esperaban una subida de un 0,6 %, si bien la cifra anunciada hoy puede variar ya que será revisada dos veces más por la ONS. Es además el más alto registrado en este periodo del año desde 2007, justo antes de que el Reino Unido entrara en su primer periodo recesivo de los últimos años, entre 2008 y 2009, a raíz de la crisis crediticia mundial.
La Oficina Nacional de Estadísticas indicó hoy que, en los tres meses hasta septiembre, el sector servicios, motor de este país con una contribución del 75 % al Producto Interior Bruto (PIB), creció un 1,3 %, al tiempo que lo hizo un 1,1 % la producción industrial. Sin embargo, el sector de la construcción se contrajo un 2,5 %, indicó la ONS.
También influyó en el crecimiento en el tercer trimestre una compensación de la actividad respecto al anterior, cuando hubo dos días festivos adicionales con motivo del Jubileo de la reina Isabel II, señaló el organismo público.El incremento del PIB anunciado hoy es una buena noticia para el Gobierno británico, criticado por priorizar los recortes al estímulo económico, si bien los analistas advierten de que podría tratarse de un repunte puntual.
El ministro de Economía, George Osborne, declaró que las cifras difundidas hoy demuestran que el Gobierno "va por el buen camino".Aunque no se descarta que el crecimiento continúe entre octubre y diciembre, los expertos señalan que estos aumentos no reflejan el verdadero estado de la economía británica, donde muchos sectores continúan en mínimos.
Aparte de la construcción, la producción manufacturera es variable, está estancada la concesión de préstamos a particulares y empresas -pese a los programas estatales de ayuda- y el consumo sigue por los suelos. El Reino Unido tuvo contracciones del 0,3 % y del 0,4 % en los dos primeros trimestres de 2012, sumados a una caída de otro 0,4 % en el último trimestre de 2011.
El Reino Unido sufre los efectos de la crisis de la eurozona y, aunque ha logrado reducir el desempleo al 7,9 % en agosto -gracias sobre todo a empleos de media jornada-, tiene uno de los déficits más altos de Europa, estimado en un 8,2 % del PIB, con una deuda neta que supera el billón de libras (1.300 millones de euros).