La Reina Sofía se ha desplazado, dentro de su viaje de cuatro días a Guatemala, a la región oriental de Chortí, un área donde la sequía anticipa graves problemas en el verano para una población muy pobre y castigada por uno de los principales males del país: la desnutrición infantil.
Desde la capital guatemalteca viajará en helicóptero hasta el municipio de Quetzaltepque, donde conocerá el Centro de Recuperación Nutricional y Atención a Discapacitados que gestiona la Asociación Paz y Bien con apoyo de la cooperación española.
Después acudirá, en el municipio de San Juan Ermita, a la Cooperativa Integral Agrícola Chortijol, dedicada a la compra, transformación y comercialización de fríjol. Aborda así la Reina la segunda jornada de su visita al país centroamericano, después de que ayer lunes completara su programa oficial con una visita en la capital al proyecto educativo Futuro Vivo.
Se trata de un centro gestionado por monjas carmelitas que ofrece educación de calidad a alumnos de un área muy marginal de Guatemala, alimentación sana, servicios médicos y apoyo psicológico.
La hermana Uti, española oriunda de Ávila que puso este proyecto en marcha hace 15 años, reclamó que no se reduzca la cooperación española tras acompañar a la Reina en un recorrido por las aulas del centro, donde los niños le obsequiaron con canciones, dibujos y hasta un pequeño concierto.
Su visita propició numerosas anécdotas con los pequeños y uno le preguntó por su corona de reina -"se la dejó en casa", le aclaró la religiosa carmelita-, mientras que otra niña le pidió que le explicara cómo es España, a lo que la Reina Sofía contestó: "Igual de bonita que Guatemala".
La religiosa española recordó que busca que sus alumnos "tengan vida en abundancia" porque "la pobreza es muerte e injusticia", y explicó que apenas cuentan con ayudas estatales, sosteniéndose con donaciones y fondos españoles.
De hecho, los padres de los niños hacen sus aportaciones al proyecto trabajando allí para el sostenimiento de las instalaciones. El salario de los profesores es costeado en un 20 por ciento por el Gobierno guatemalteco y el resto por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
"Como española me siento muy orgullosa", proclamó la hermana Uti, al recordar que La Caixa, la Junta de Andalucía y la AECID financian un espacio "donde se respira paz, se respira tranquilidad y queremos que se respire armonía y belleza, aunque sean niños muy pobres".
La "ridícula", advirtió, aportación del Gobierno de Guatemala, no llega para todos los servicios que ofrece el proyecto, desde las clases o el comedor hasta el servicio médico, las aulas de música, fútbol, atletismo, los talleres o la cocina donde las madres de los alumnos hacen chocolate que luego se comercializa.
Son 115.000 euros anuales lo que cuesta mantener Futuro Vivo, que acoge a 250 alumnos procedentes de un área llamada Concepción Las Lomas de la ciudad de Guatemala y que tiene enclaves de extrema pobreza donde los niños no tienen cubiertas sus necesidades básicas.
La hermana Uti, orgullosa de que algunos de sus alumnos ya hayan llegado a la universidad, insistió en que sin la solidaridad española no sería posible sacar adelante el centro y pidió que no haya recortes en la ayuda destinada a países como Guatemala.
Posteriormente, la Reina Sofía concluyó su primera jornada de trabajo en Guatemala con una recepción a los residentes españoles celebrada en la residencia del embajador Manuel María Lejarreta.