El presidente ruso, Vladímir Putin, presidió hoy en la plaza Roja de Moscú el tradicional desfile de la Victoria sobre la Alemania nazi, en el que las Fuerzas Armadas exhibieron algunas de las novedades militares. El jefe del Kremlin elogió a los veteranos de la II Guerra Mundial como "un eterno ejemplo" para las siguientes generaciones y denunció los intentos de "distorsionar la historia" y minimizar el papel que desempeñó la Unión Soviética.
"Hoy en día tratan de ignorar el acto heroico del pueblo que salvó a Europa y el mundo de la esclavitud, de la destrucción, de los horrores del Holocausto, tratan de tergiversar los acontecimientos de la guerra", dijo Putin en el corto discurso que ofreció antes de comenzar la parada militar con ocasión del 73 aniversario de la Victoria.
Ante cientos de veteranos de la contienda y los más de 13.000 militares que desfilaron por el empedrado de la plaza Roja, Putin prometió que Rusia siempre recordará la gesta de los que lucharon en defensa de la URSS y "continuará sus tradiciones". "Seguiremos trabajando duro, alcanzando éxitos en aras de una Rusia grande y floreciente", declaró el líder ruso desde la tribuna principal.
Junto a él se sentaba el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de visita hoy en Moscú y con el que se entrevistará esta tarde para abordar la crisis de Siria o la salida de Estados Unidos del pacto nuclear iraní.
Bajo un cielo azul y con una temperatura primaveral, miles de invitados, entre ellos veteranos de guerra con las solapas de sus chaquetas repletas de medallas, abarrotaban las gradas situadas a los pies de la muralla del Kremlin.
El 9 de mayo es la fiesta más patriótica de Rusia, ya que recuerda a los 26 millones de soviéticos que cayeron en la II Guerra Mundial -llamada aquí Gran Guerra Patria- entre todos los pueblos que formaban entonces la Unión Soviética, y es un motivo de unidad para los rusos.
Putin, que ofreció un discurso emocional centrado en la gesta de la victoria contra los nazis sin abordar asuntos de actualidad, señaló que su país recuerda las lecciones de las dos guerras mundiales y está abierto al diálogo con otros Estados para garantizar la estabilidad en el mundo. "Rusia está abierta para el diálogo sobre asuntos de seguridad global y constructivas relaciones de igualdad para que haya armonía, paz y progreso en el planeta", señaló Putin en su discurso.
Tras el discurso de Putin marcharon por la plaza los cadetes de academias y escuelas militares, efectivos de distintas unidades, de la Guardia Nacional y del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) al son de marchas militares y patrióticas interpretadas por orquestas militares.
En la parada se mostraron también algunas novedades militares, como los vehículos blindados Terminator de apoyo a los tanques, las máquinas robotizadas Urán-6 y Urán-9 y los drones Korsar y Katrán.
Además se exhibió por primera vez el misil hispersónico Kinzhal, capaz de eludir los escudos antimisiles existentes, y el sistema antiaéreo y antimisiles Tor-M2, capaz de abatir objetivos en plena marcha.
Entre los 75 aviones que surcaron el cielo en distintas formaciones al final del desfile estaban los cazas de nueva generación Su-57.
Como es tradición en los últimos años, después de los actos en la plaza Roja y tras la apertura al público, decenas de miles de personas comenzaron a afluir hacia el centro de Moscú para participar en la marcha del llamado Regimiento Inmortal.
Promovido por el Kremlin como un acto de apoyo y exaltación patriótica, los ciudadanos marchan portando grandes fotos de sus familiares que participaron en la II Guerra Mundial, muchos de los cuáles cayeron en la contienda.