El incendio que ha asolado 75.000 hectáreas de bosque y amenaza la integridad del Parque Nacional Yosemite continuará en activo hasta al menos el 10 de septiembre, según una previsión realizada hoy por las autoridades. El fuego siguió hoy avanzando en su duodécimo día en activo mientras se multiplican los esfuerzos de extinción.Según los datos del Departamento Forestal y Antiincendios de California solamente está controlado un 23 por ciento del fuego a pesar de que cada jornada se incrementan los efectivos que lo combaten.
Casi 4.200 bomberos participaron hoy en los trabajos de contención, medio millar más que el martes, apoyados por más de 500 camiones, 62 excavadoras y 17 helicópteros con el fin de detener el que es en estos momentos el incendio más importante en activo en Estados Unidos y el séptimo más extenso de la historia de California.
En tierra, los equipos se afanaron a lo largo de la jornada en realizar quemas controladas para crear cortafuegos mientras que el peso del ataque a las llamas se realizaba desde el aire dada la agreste orografía de la zona que dificulta el acceso a pie. Las temperaturas en torno a los 30 grados y la baja humedad en el ambiente, 24 por ciento, juegan también en contra de los equipos antiincendios.
Las llamas han afectado ya a una pequeña parte del turístico enclave de Yosemite y obligado a cerrar varios accesos al parque, si bien continúa abierto en su mayor parte, incluida la zona más visitada de Yosemite Valley. El fuego, cuyas causas se investigan, fue detectado por primera vez el 17 de agosto en el vecino Bosque Nacional Stanislaus.
El último parte de las autoridades californianas cifró en 111 las construcciones destruidas por el fuego y más de 5.500 estructuras corren peligro de ser arrasadas. La calidad del agua potable de la reserva de Hetch Hetchy, que riega el área de la bahía de San Francisco, ubicada a 310 kilómetros al oeste y donde residen en torno a 2,6 millones de personas, no se ha visto afectada por el momento. Las autoridades sí ordenaron la paralización el martes de dos generadores hidroeléctricos que suministran a San Francisco por la proximidad del incendio.