La Policía registra el domicilio de los Fillon mientras decenas de cargos le retiran su apoyo

Fraçois Fillon
Fraçois Fillon |Telemadrid

El domicilio del candidato conservador a la presidencia francesa, François Fillon, fue registrado por agentes de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLICIFF).

El registro de su vivienda en el distrito VII de París tuvo lugar a petición de los tres jueces de instrucción designados el 24 de febrero para investigar las sospechas sobre el desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades, reveló el diario "Le Parisien".

Fillon anunció ayer que ha sido citado el próximo día 15 de cara a su probable imputación, pero reiteró su intención de no abandonar la carrera al Elíseo. El anuncio ha desatado una oleada de deserciones en su propio campo de cargos que le critican por no poder centrar todas sus energías en la campaña o por no haber cumplido su promesa de dimitir en caso de resultar imputado.

Entre ellos se encuentran el responsable de Asuntos Internacionales y Europeos de su campaña, el exministro Bruno Le Maire, y el partido centrista Unión Demócrata Independiente (UDI), que suspendió su participación en la misma.

Junto a diputados cercanos al expresidente Nicolas Sarkozy y al ex primer ministro Alain Juppé, exrivales de Fillon en las primarias, una veintena de alcaldes de Los Republicanos (LR) o de la UDI firmaron hoy un manifiesto en el que le pidieron de forma "solemne" que se retire si es imputado.

Poco antes de una reunión pública en Nîmes, en el sur del país, Fillon reiteró hoy que conserva el apoyo de las bases, y una de sus portavoces, Valérie Boyer, destacó que su renuncia no es posible "porque no hay un plan B".

DECENAS DE CARGOS LE RETIRAN SU APOYO

Decenas de diputados, senadores y alcaldes de centroderecha retiraron hoy su apoyo al candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, debido a su probable imputación judicial por un caso de malversación de fondos públicos.

Desde que Fillon anunciase ayer de que será imputado por el caso de los supuestos empleos ficticios que concedió a su mujer y dos de sus cinco hijos, las deserciones en su campaña electoral han sido imparables. Hasta el momento han sido al menos 60 altos cargos públicos que han expresado su oposición a que Fillon se presente a los comicios del 23 de abril y del 7 de mayo.

Algunos de ellos han sugerido al alcalde de Burdeos, el exprimer ministro Alain Juppé, como el mejor sustituto. La dimisión ayer del responsable de Asuntos Internacionales y Europeos, el exministro Bruno Le Maire, desencadenó una cadena de renuncias en varias de las familias políticas que arropaban a Fillon, quien, hasta el pasado enero, era el claro favorito a ser el sustituto del socialista François Hollande como presidente de Francia.

Al menos una veintena de cargos leales a Le Maire han abandonado el barco, entre ellos el director adjunto de campaña de Fillon, Sébastien Lecornu.

Al menos otra veintena de cargos próximos a Juppé, quien fue ampliamente batido en las primarias del centroderecha del pasado noviembre por Fillon, siguieron la estela de los cercanos a Le Maire.

Ya se han registrado algunos movimientos de presión organizados, como el de los alcaldes y responsables regionales centroderechistas de 15 ciudades de tamaño pequeño y medio franceses, entre ellas Nancy (norte), Reims (norte) y Saint-Etienne (sureste). "Nosotros, cargos electos de la derecha y el centro, pedimos solemnemente a François Fillon que se retire", reza el lema de estos regidores y responsables regionales, según publicó "L'Opinion".

Otro golpe duro para el candidato conservador ha sido la decisión del partido centrista Unión Demócrata Independiente (UDI), que optó ayer por echarse a un lado y suspender la campaña junto a Fillon. También abandonaron al menos una decena de diputados próximos al expresidente francés Nicolas Sarkozy, otro de los contendientes superados por Fillon en las primarias de noviembre.

En todo caso, los afines a Sarkozy solo tomarán un posición oficial el próximo martes. Incluso dos próximos a Fillon, el senador Marc Laménie y el diputado Gilles Bourdouleix, se han echado a un lado. Desde Nîmes, en el sur de Francia, un Fillon visiblemente emocionado dio un mitin ante una multitud y aseguró que mantendrá su candidatura, a pesar de "los ataques violentos" que ha sufrido en las últimas semanas.

Antes de que pronunciase su discurso, su domicilio ya había sido registrado hoy por agentes de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLICIFF) para investigar las sospechas sobre desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades.

La probable imputación del aspirante conservador le ha hecho mella en las encuestas y solo un 25 % de los franceses están a favor de que mantenga su candidatura a las elecciones presidenciales, en las que refuerzan su condición de favoritos la ultraderechista Marine Le Pen y el socioliberal Emmanuel Macron.

Fillon, de 62 años, está en el ojo del huracán desde que la Fiscalía abriese una investigación preliminar a finales de enero por una revelación del semanario Le Canard Enchainé. Esta publicación satírica desveló que Fillon había contratado a su esposa Penelope como asistente parlamentaria pagada con dinero público durante varios años, pero que esta no había dejado rastro de su labor.