La policía de Potsdman (este de Alemania) procedió hoy a detonar de forma controlada el paquete sospechoso hallado en el centro de la ciudad, cerca de un mercadillo navideño, probablemente destinado a perpetrar un atentado.
El objeto sospechoso había sido depositado en una farmacia cercana al mercado navideño, explicó el portavoz policial Torsten Herbst, en declaraciones a la televisión alemana N-tv.
En el paquete había clavos y polvo blanco pero no está claro que fuera un artefacto explosivo, según el ministro de Interior del estado federado de Brandeburgo, Karl-Heinz Schröter, que también indicó que "no está claro que se tratara de material explosivo".
La policía, a través de su cuenta de twitter, pidió a los medios que se evite todo tipo de especulación y advirtió que la investigación todavía no está concluida.
La policía está investigando si hay en circulación otros paquetes similares y está procurando ubicar a quien lo llevó a la farmacia.
Tras el hallazgo se procedió a evacuar el lugar y pedir a los ciudadanos que siguieran las instrucciones de la policía, emitidas vía Twitter, mientras las fuerzas de seguridad desplegaban un fuerte contingente, incluidos equipos de artificieros, por esa ciudad, vecina a Berlín.
El citado portavoz declinó dar más información acerca del material que presuntamente contenía el paquete, alegando que no había información concreta de ello ni menos aún sobre sus presumibles efectos, en caso de haber estallado.
Los mercadillos de Navidad abrieron esta semana en toda Alemania bajo reforzadas medidas de seguridad tras el atentado yihadista de hace un año en Berlín, en el que murieron doce personas arrolladas por un camión.
El número de agentes de policía y guardas privados en estas instalaciones se ha multiplicado, así como la disposición de bloques de hormigón y otros elementos físicos para impedir que puedan irrumpir en el mercadillo vehículos pesados.
Entre los mercados abiertos estos días está el de la Breitscheidplatz, en el centro de Berlín, donde el año pasado el tunecino Anis Amri, un peticionario de asilo rechazado, perpetró un atentado con un camión robado.