Obama aúna posiciones para endurecer el mensaje a Putin y reforzar sanciones

  • Merkel: "Las sanciones a Rusia no se suspenderán sin cambio de rumbo de Moscú"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, centró su intervención en la cumbre del G7 en aunar posiciones en torno a la suya de reforzar las sanciones a Rusia y de hacer frente a la agresión de Moscú en el este de Ucrania.

El mensaje de Obama, respaldado por la canciller de Alemania y anfitriona de la cumbre, Angela Merkel, y la Unión Europea, ha sido de "hacer frente a la agresión de Rusia" en el este de Ucrania, donde las tensiones -más graves en los últimos días- duran ya más de quince meses.

Las políticas del ausente presidente de Rusia, Vladímir Putin, a quien el G7 excluyó hace un año de este foro por la anexión de la península ucraniana de Crimea, han vuelto a estar así presentes en la mesa de las principales potencias mundiales.

Washington y Bruselas han impuesto sanciones a Moscú que han ido incrementando a lo largo del último año en un intento de que Rusia dé marcha atrás en su comportamiento hacia Kiev, pero que aparentemente no han logrado los objetivos perseguidos y que sí han dañado algunos sectores económicos, principalmente en algunas de las exportaciones agrícolas de los Veintiocho.

Obama y Merkel, que tuvieron una cita bilateral antes del inicio de la cumbre, coincidieron en vincular la duración de las sanciones a Rusia con el pleno cumplimiento de los acuerdos de Minsk II, alcanzados en febrero pasado entre Kiev, los separatistas prorrusos y Moscú con la intermediación de Francia y Alemania.

"Los dos líderes han abordado la actual crisis en Ucrania y acordado que la duración de las sanciones debería vincularse claramente a la plena implementación de los acuerdos de Minsk y al respeto de la soberanía ucraniana", indicó la Casa Blanca.

A esa posición se sumó también el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, quien insistió en que todos los socios sentados en la mesa del G7 -EEUU, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón- "apoyan con firmeza la plena integridad territorial ucraniana, su soberanía y su independencia".

Sobre la crisis ucraniana Obama también conversó antes de que comenzara la cumbre con el primer ministro británico, David Cameron, a quien destacó "la importancia de mantener el régimen de sanciones" contra Moscú, además de señalar que aún cree en poder encontrar una "solución pacífica y diplomática" a esta crisis.

Obama afirmó que el objetivo de esta reunión de las principales potencias internacionales era "debatir sobre un futuro compartido, una economía que crea empleo y oportunidades, en mantener una Unión Europea próspera y fuerte", una frase interpretada como una alusión a la crisis griega.

Washington ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la situación de Grecia y pedido a Atenas y a los acreedores internacionales (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) flexibilidad y llegar a un acuerdo cuanto antes para evitar "accidentes", como podría ser la eventual salida del euro.

El presidente de Estados Unidos también abordó otro asunto que interesa a Washington y a la UE como son las negociaciones que ambas partes mantienen para concluir el próximo año un ambicioso acuerdo de libre comercio e inversiones (TTIP).

Ambas partes consideran que ese acuerdo, que creará la mayor zona de libre comercio del mundo, va a impulsar el crecimiento y el empleo, pero es también muy criticado por activistas y organizaciones que consideran que las negociaciones se realizan de manera poco transparente.

En el plano bilateral, Obama y Merkel limaron asperezas surgidas en los últimos meses por asuntos como el espionaje estadounidense a la líder germana y otras personalidades del país.

Tras darse un baño de multitudes entre los vecinos de la localidad alpina bávara de Krün, cercana al palacio de Elmau, estrechar manos, beber cerveza y comer salchichas y "pretzels", ambos se esforzaron en dejar clara la amistad inquebrantable de Berlín y Washington.

"Hoy celebramos una de las alianzas más firmes que existen en el mundo", subrayó Obama sobre la amistad germano-estadounidense, sin aludir a esas últimas divergencias entre ambas potencias tras revelarse los programas de espionaje de EEUU en suelo germano.

Merkel, por su parte, coincidió en que, "a pesar de nuestras diferencias de opinión, Estados Unidos es nuestro amigo, nuestro aliado, un aliado esencial con el que cooperamos estrechamente en interés mutuo".

En su reunión bilateral con Cameron, el primer ministro británico por su parte recibió la felicitación de Obama por su reciente victoria electoral, y a su vez resumió la unión de ambos países "en dos palabras: prosperidad y seguridad".

Obama participará en las reuniones del G7 de mañana centradas en la lucha contra el cambio climático, el combate contra el terrorismo islamista y la cooperación al desarrollo, además de que tendrá encuentros bilaterales con el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro de Irak, Haider Al Abadi.