El presidente estadounidense, Barack Obama, avisó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, de que espera ver que Moscú cumple su parte del trato para rebajar la tensión en Ucrania, ya que en caso contrario ampliarán las sanciones contra Rusia.
"Mi esperanza es que veamos avances reales en los próximos días, pero no podemos estar seguros de ello dado el comportamiento anterior (de Rusia), por lo que estamos preparados para responder si vemos nuevas interferencias", subrayó Obama en una rueda de presa no programada.
La diplomacia se apuntó un tanto hoy en Ginebra con el acuerdo entre los jefes de Exteriores de EE.UU., Rusia, Unión Europa (UE) y Ucrania para disolver las milicias irregulares prorrusas a cambio de promesas de amnistía y más autonomía para las regiones rusohablantes del este de Ucrania.
No obstante, Obama rebajó las expectativas del acuerdo al asegurar: "No podemos estar seguros de nada en este momento, aunque existe la posibilidad de que la diplomacia ayude a rebajar la tensión".
Los jefes de Exteriores de las potencias implicadas en la crisis de Ucrania se movilizaron para evitar el desgobierno que amenaza con una guerra civil en el país y que ha arrebatado a Kiev el control de arsenales y edificios públicos en las regiones orientales.
Desde el comienzo de la crisis, que empeoró con la anexión de la península ucraniana de Crimea a la Federación Rusa, EE.UU. ha reiterado que los movimientos de milicias rebeldes en varias regiones del este del país han sido orquestados por Rusia.
"La cuestión ahora, es si Rusia va a utilizar esa influencia que han ejercido de manera negativa para restaurar el orden de manera que los ucranianos pueda llevar a cabo unas elecciones, avanzar en la reforma de descentralización, estabilicen su economía y comiencen a labrarse un camino de crecimiento y democracia", señaló Obama.
El Kremlin, que ha enviado decenas de miles de soldados a la frontera con Ucrania, ha mantenido que no está inflamando la subversión de manera encubierta, pero tomará cartas en el asunto si se pone en peligro a rusohablantes, mayoría en el este y sur de Ucrania.
El acuerdo de hoy ofrece amnistía a los milicianos que han desafiado el poder del nuevo gobierno proeuropeo de Kiev, así como garantías de la población rusohablante estará protegida y contará con garantías legales.
El mandatario estadounidense afirmó que el acuerdo de hoy en Ginebra "quiere crear una atmósfera para que se desarmen milicias irregulares, se desocupen edificios públicos y se inicie un diálogo nacional entre ucranianos, no con la influencia de Rusia u otros".
Ucrania tiene previsto celebrar el 25 de mayo unas elecciones generales históricas, en las que los políticos proeuropeos confían imponerse a las facciones prorrusas que han gobernado el país hasta el pasado febrero con mano autoritaria y una inclinación a la corrupción, que han llevado al país a una grave crisis económica.
Obama reiteró hoy que seguirán apoyando al nuevo gobierno de Kiev para que salgan de esa profunda crisis institucional y económica con ayuda del Estados Unidos, la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Obama habló hoy con la canciller alemana, Ángela Merkel, sobre nuevas sanciones coordinadas con los socios europeos contra Rusia si Moscú no contribuye a reducir la escalada de tensión y permite a los ucranianos decir sobre su futuro sin influencias externas.
El gobierno estadounidense ha aprobado hasta el momento dos rondas de sanciones contra altos funcionarios cercanos a Putin, algo que se ha complementado con medidas similares de la Unión Europea.
El gobernante estadounidense dijo que la economía rusa "está en el lodo" y se está deteriorando más por la postura del Kremlin en Ucrania, un llamamiento velado a los oligarcas rusos, que tienen gran capacidad de influir en la estrategia de Putin.