Las milicias prorrusas de la región minera de Donbass (este de Ucrania), que ocupan sedes de organismos estatales desde hace casi dos semanas, manifestaron su disposición a deponer las armas a condición de que no sean perseguidas por las fuerzas de orden.
"Depondremos las armas sólo en el caso de que dejen los ataques contra nosotros por parte de la Guardia Nacional y otras fuerzas armadas ucranianas, cuando nosotros y nuestras familias se sientan seguros", afirmó a la agencia rusa Interfax Miroslav Rudenko, representante de las llamadas autodefensas.
Además propuso, como una de posibles condiciones para poner fin al conflicto con las autoridades, que los ciudadanos ucranianos puedan también obtener ciudadanía rusa, algo que prohíbe la actual legislación de Ucrania.
"Aún no hemos recibido tales propuestas, pero si a nosotros, los residentes de Donbass, se nos ofrece la ciudadanía rusa, no la rechazaremos", dijo el activista.
Explicó que "en esta situación, por supuesto, será más fácil deponer las armas ya que eso (el otorgamiento de la ciudadanía rusa) será una garantía de nuestra seguridad".
Rusia y Ucrania alcanzaron ayer en Ginebra, apoyados por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), un acuerdo diplomático para frenar la escalada de tensión en el este ucraniano, que contempla una amnistía para los milicianos prorrusos que se han levantado contra el Gobierno de Ucrania a cambio de que se rindan.