El presidente de EEUU, Barack Obama, y su esposa, Michelle, sumaron fuerzas este domingo para conjurar una derrota de los demócratas en los comicios de noviembre próximo, en su primera aparición conjunta en un mitin político desde 2008. El mandatario se dirigió a miles de simpatizantes en la Universidad Estatal de Ohio, donde advirtió de que los republicanos, ávidos de ganar en los comicios del próximo 2 de noviembre, intentan aprovechar la frustración de los votantes con la crisis económica. "Se les olvida quiénes causaron el caos en primer lugar", dijo Obama, rodeado de líderes políticos locales y estatales en un mitin que atrajo a unas 35.000 personas, según el jefe de la policía de Columbus, Paul Denton.
Aunque reconoció la desesperación de los votantes, Obama remachó que la oposición sólo ha ofrecido una "filosofía que casi destruyó nuestra economía" que, a su juicio, no debe repetirse. La primera dama, Michelle Obama, recalcó que "hay mucho en juego" en estos comicios, en los que se renovará la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, una treintena de gobiernos estatales y otras contiendas locales y estatales. "Se trata verdaderamente de algo más que política. Se trata de si como pueblo avanzamos pese a los retos y el cinismo y la frustración y utilizamos la oportunidad que hemos recibido para construir mejores comunidades y un mejor país", dijo la primera dama, colmada de aplausos.
HASTA AHORA, POR SEPARADO
Hasta ahora, Obama y su esposa habían participado en actos políticos por separado para insuflar entusiasmo entre la base demócrata, pero los estrategas han querido echar mano de la alta popularidad de la primera dama.
Antes de su aparición en el recinto universitario en Columbus, la pareja presidencial participó en un evento de recaudación de fondos para el gobernador demócrata Ted Strickland y el Partido Demócrata en un suburbio de Cleveland. En ese acto, y después en el mitin, Obama dijo estar agradecido de que su esposa ha estado a su lado "en las buenas y en las malas"."Normalmente viajo solo y escucho mi iPod" pero en esta ocasión, camino al evento, "(Michelle) me estaba diciendo lo que debo hacer... no estoy bromeando, tengo testigos", dijo Obama, arrancando risas del público.
De costa a costa, ambos han advertido contra la apatía electoral, afirmando que una victoria republicana sería una receta desastrosa para el país. Es el onceavo viaje de Obama a Ohio desde que asumió el poder en 2009 y su séptimo este año, y la urgencia no es para menos: Ohio es uno de los estados clave para las presidenciales de 2012 y para este ciclo electoral, en el que dominan temas como la recuperación económica, el desempleo, y la continua racha de ejecuciones hipotecarias.
En Ohio y en otros rincones de EEUU, Obama tiene una difícil tarea de convencimiento ante el desencanto popular que, de paso, ha abonado el empuje del movimiento ultraconservador "Tea Party".
En 2008, la tasa de desempleo en Ohio era del 7,2 por ciento y ahora está en el 10,1 por ciento, por encima de la tasa nacional del 9,6 por ciento. Eso, en un estado con fuertes raíces obreras, supone un gran desafío para los demócratas.
Los republicanos, que se apoyan en "estrellas" como la ex gobernadora de Alaska y ex candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, han incluido en su caja de herramientas asuntos como el abultado déficit, el aumento en el gasto fiscal y la confusión sobre la controvertida reforma de salud.
Los demócratas replican que fueron las fallidas políticas de los republicanos los que condujeron a EEUU a su peor crisis económica desde la Gran Depresión.
En la actualidad, la Cámara de Representantes tiene 255 escaños demócratas, 178 escaños republicanos y dos vacantes, mientras que en el Senado, hay 57 demócratas y dos independientes que suelen votar con ellos, y 41 republicanos.
Frente a esa aritmética, los analistas creen que los republicanos podrían recuperar al menos el control de la Cámara Baja y apuntarse victorias en algunos gobiernos estatales.
La oposición ha logrado descarrilar el debate de varios proyectos de ley en el Senado en los últimos meses, entre éstos uno de defensa que incluía medidas para la legalización de estudiantes indocumentados y para levantar la prohibición de homosexuales en el Ejército de EEUU.