La Fiscalía egipcia ha abierto una investigación al expresidente egipcio Mohamed Mursi y a otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes por delitos relacionados con espionaje, incitación al asesinato, conspiración para asesinar a manifestantes y daños a la economía.
Entre los sujetos de las pesquisas están, además de Mursi, el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie; el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia, Essam el Erian, y otras cinco personalidades islamistas.
La propia Fiscalía ha informado de la apertura de esta investigación tras la recepción de denuncias y de que preparan ya la apertura de un expediente formal para que los sospechosos puedan ser interrogados.
Mursi se encuentra retenido e incomunicado desde el pasado 3 de julio, cuando se consumó el golpe de Estado contra él. Badie y El Erian ya estaban en busca y captura por un delito de incitación a la violencia.
Precisamente ayer, Estados Unidos y Alemania solicitaron la puesta en libertad del mandatario depuesto, que sus partidarios consideran que está en la sede de la Guardia Republicana, también en el este de El Cairo.
Frente a esa sede el lunes pasado murieron al menos 51 personas en enfrentamientos con el Ejército sobre los que existen versiones contradictorias.
Mientras que los Hermanos Musulmanes sostienen que los soldados dispararon contra manifestantes pacíficos que estaban rezando en la zona, las Fuerzas Armadas señalan que abrieron fuego contra elementos armados que les habían disparado previamente.
La Fiscalía egipcia emitió esta semana una orden de detención contra diez dirigentes islamistas, entre los que destaca el líder de la cofradía, Mohamed Badía, por supuestamente incitar a la violencia en esos hechos.
RETENIDO POR SU PROPIA SEGURIDAD
El Ejército de Egipto ha salido hoy al paso de las peticiones de EEUU y Alemania para liberar al retenido expresidente Mohamed Mursi argumentando que el derrocado jefe de Gobierno se encuentra bajo protección "por su propia seguridad" dada la "inestabilidad" actual que reina en el país, según informó un portavoz militar al diario 'Daily News Egypt'.
Algunas fuentes creen que Mursi está retenido en el cuartel general de la Guardia Republicana, en El Cairo, frente al cual muchos de sus partidarios han mantenido una sentada de protesta que concluyó el pasado lunes con un asalto de las fuerzas de seguridad, que causó la muerte de al menos 51 personas, en su mayoría miembros de los Hermanos Musulmanes.
Miles de seguidores del expresidente egipcio Mohamed Mursi han iniciado una marcha la madrugada del sábado hacia la sede del Ministerio de Defensa y hacia el palacio presidencial en El Cairo para exigir que se restituya al mandatario depuesto.
Los organizadores de la acampada frente a la mezquita de Rabaa Al Adawiya en apoyo a Mursi han exhortado a la multitud, allí congregada desde el 28 de junio, a iniciar una manifestación pacífica hacia el Ministerio, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
El Ejército ha cortado todas las calles y vías de acceso que comunican con la sede de Defensa, según la cadena panárabe Al Yazira.
Asimismo, miles de personas que se habían congregado a última hora del viernes en el distrito cairota de Ramses también se han dirigido al palacio presidencial para reclamar que repongan a Mursi al frente del país.
En una protesta de similares características celebrada el lunes frente a la sede de la Guardia Presidencial, más de 50 personas fallecieron en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes
Los Hermanos Musulmanes, que convocaron dicha protesta, alegaron que los asistentes a la manifestación fueron pacíficos, mientras que el Ejército culpó a los seguidores de Mursi de atacar contra los puestos de control militares.