Al menos 16 personas han muerto y otras 13 han resultado heridas a causa de la erupción hoy del volcán Merapi, en la isla de Java, cuando había comenzado la evacuación de miles de habitantes de la zona, indicaron fuentes oficiales.
Fuentes del hospital Panti Nugroho, de Yogyakarta, confirmaron que habían recibido a 13 personas con heridas y que un bebé de tres meses había fallecido por un grave problema respiratorio causado por la inhalación de ceniza.
Los cuerpos de las otras 15 víctimas mortales fueron encontrados casi calcinados en el interior y también alrededor de los restos de la vivienda de uno de los guardas del monte, y entre ellos figura el de un periodista que se desplazó hasta allí, según informó el canal de televisión Metro.
Al menos otras nueve personas de edad avanzada fueron ingresadas por trastornos respiratorios y el resto a causa de quemaduras, informó el centro médico.
Entrada la noche en Java, militares, agentes policiales y funcionarios civiles cubiertos con mascarilla blanca continuaban con el traslado de evacuados, en camiones del Ejército y furgonetas, a lugares seguros, según las imágenes de televisión.
Un indonesio llevaba cargado a hombros a una persona al lado de los vehículos que se alejaban por carretera del volcán, sin que se pudiera ver si la persona estaba herida o simplemente cansada.
Fuentes de la Cruz Roja Indonesia indicaron que han distribuido mantas, plásticos y tiendas en los centros de acogida que se han establecido en la región donde se ubica el volcán.
El Gobierno comenzó el lunes a evacuar unas 40.000 personas para establecer un radio de seguridad de diez kilómetros en torno al cráter de la montaña, de 2.914 kilómetros de altura sobre el nivel del mar.
Los vulcanólogos habían advertido de que la presión en el interior del volcán había alcanzado un nivel peligroso y que se produciría una gran explosión si no se liberaba de forma gradual.
Los servicios de rescate tienen como prioridad a niños, mujeres y ancianos, pero también les preocupan los campesinos que se resisten a abandonar sus cultivos.
A lo largo del fin de semana, la actividad del Merapi fue en aumento hasta superar las 500 explosiones diarias y casi 200 pequeñas erupciones de lava por jornada.
Hace cuatro años, cuando el Merapi estalló por última vez, se produjeron dos muertos, un terremoto y una nube de ceniza incandescente y gas que envolvió la ciudad de Yogyakarta.
Indonesia se asienta sobre el llamado 'Anillo de Fuego del Pacífico', una zona de gran actividad sísmica, y al menos 129 de sus más de 400 volcanes están activos.