Al menos 300 inmigrantes murieron en los últimos días en el Canal de Sicilia, 29 de ellos por hipotermia y el resto al naufragar las barcazas en las que viajaban a Italia desde Libia, según se supo por el relato de los rescatados por la Guardia Costera italiana.
La cifra de personas muertas en este nuevo drama de la inmigración aumentó conforme se fueron conociendo los testimonios de los rescatados, como explicaron el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
"Nuevos detalles sobre la tragedia en el #Mediterráneo: 4 lanchas. Rescatada 1 de 4. Una está desaparecida. Al menos 300 personas han muerto", escribió la portavoz de ACNUR en Italia, Carlotta Sami, en un mensaje en la red social Twitter.
CUATRO BOTES NEUMÁTICOS
Del recuento que hicieron los supervivientes se desprende que cuatro botes neumáticos, con unas cien personas a bordo cada uno, partieron de una playa cercana a Trípoli (Libia) el pasado sábado por la tarde. Los traficantes de personas les quitaron sus pertenencias antes de embarcarlos y los llevaron a alta mar a pesar de las pésimas condiciones meteorológicas.
El lunes se encontraron dos lanchas neumáticas prácticamente vacías, una con tan sólo dos personas que habían logrado aferrarse y la otra con siete. Después de que fueran socorridos, estos sin papeles aseguraron que junto a ellos viajaban 105 y 107 personas, respectivamente.
La tercera lancha que partió desde Libia es en la que viajaban los 106 inmigrantes que fueron rescatados el lunes, de los que 29 fallecieron por hipotermia, según datos confirmados por la Guardia Costera.
Los féretros con esos inmigrantes muertos de frío serán trasladados hoy a Porto Empedocle para recibir sepultura, mientras que los supervivientes, entre ellos un niño de 12 años que viajaba solo, se encuentran en Lampedusa, donde permanecerán otras 24 horas para poder recuperarse. El cuarto bote neumático permanece desaparecido.
Esta es la enésima tragedia que ocurre en las aguas del mar Mediterráneo y sucede después de que la Unión Europea (UE) pusiera en marcha el pasado 1 de noviembre la operación de salvamento "Tritón".
Este dispositivo comenzó meses después de que Italia pidiera reiteradamente ayuda a los Veintiocho para que financiaran los gastos generados por patrullar, socorrer y trasladar a puerto a los miles de inmigrantes que en los últimos años se han embarcado en pateras con destino Europa.
Sin embargo, algunas voces críticas se amparan en las últimas tragedias para asegurar que "Tritón" no es suficiente, pues cuenta con menos embarcaciones y no puede acercarse a las costas libias. "#lampedusa, otros muertos. Ya lo hemos dicho: Tritón no es suficiente", escribió en Twitter la portavoz de ACNUR tras conocer la noticia.
Carlotta Sami insistió en un segundo mensaje en que "Frontex, Triton, no pueden ser las únicas formas de solidaridad y de humanidad que Europa debe demostrar".
También la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, consideró que el operativo europeo de control de fronteras Tritón "no sirve para nada" y pidió que fuese sustituido ya que no salva vidas.
La comunidad internacional ha lamentado el suceso y el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, uno de los que más reivindicaron ayuda a sus socios europeos, expresó su "profundo dolor" por la tragedia durante una rueda de prensa el martes.
El titular de Interior aplaudió la iniciativa de la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, que anunció que ha decidido incluir en la agenda de un próximo Consejo de ministros de Asuntos Exteriores, del que no precisó fecha, la cuestión de la inmigración irregular.
"Ese es el camino que debemos seguir en Europa. Italia ya ha hecho todo lo que estaba en su mano y ha aportado sus recursos durante mucho tiempo. Ahora le toca al conjunto de la UE actuar", afirmó.
El líder del Nuevo Centro Derecha (Ncd), Angelino Alfano, habló de las políticas que tiene que poner en marcha la UE y que se basan no solo en financiar programas de asistencia a inmigrantes en el mar, sino en el "agravamiento de las penas de cárcel para los traficantes".
"Solo los criminales y los asesinos pueden hacer partir barcos como estos en los que mueren tantas personas. Hay que perseguirlos y deben tener miedo de la Justicia europea", concluyó. EFE
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