Juego sucio y patada en los genitales. El presidente de Bolivia, Evo Morales agredió a un contrario en un partido de fútbol entre aficionados. El partido era amistoso, para inaugurar un campo de cesped artificial. La imagen ha dado la vuelta al mundo.
Apenas cinco minutos de partido. Juego detenido, tangana entre jugadores y un jugador del equipo verde, cruza el campo directo a su objetivo, propinando un tremendo rodillazo, el contrario que cae revolcandose. El presidente de Bolivia que porta el dorsal número 10 se retira, observando su pierna presuntamente maltrecha.
El arbitro se acerca pero, pese a la flagrante agresión, no lo expulsa.
Ese número 10 no es otro que el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Atención a cómo relataron algunos periodistas el lance en sus crónicas: "El Presidente de Bolivia fue pisoteado por un contrario en un partido de futbol y resultó lesionado".
El "lesionado" queda claro, es el presidente, que deberá guardar, dicen, 3 o 4 dias de reposo a consecuencia de una patada.
Es Evo Morales, practicando uno de sus deportes favoritos, no el rodillazo en los testículos, sino el fútbol.
Bolivia, por su altitud, estaba siendo postergada en la celebracion de partidos internacionales, y Evo Morales, nio dudó en calzarse las botas, enfundarse en su su camiseta para reivindicar su derecho al juego... aunque no fuera, el juego limpio su mejor carta de presentación.
No es la primera anécdota del presidente Evo Morales, que ya provocó comentarios por su indumentaria durante su visita oficial a España, en La Moncloa, ó por preguntarle al presidente del gobierno si era el auténtico, después de que un imitador por teléfono engañara a Morales haciéndose pasar por Zapatero.
Quizás todo se deba a una cuestion de exceso de hormonas, que ya dejó entrever con sus reflexiones sobre la carne de pollo, lo perjudicial que podría resultar para los varones.