El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha ratificado hoy su apoyo a la operación militar francesa en Mali y ha garantizado que el Gobierno está haciendo "lo posible y lo imposible" para garantizar la seguridad de los 105 españoles residentes en el país africano.
En declaraciones a los periodistas tras participar en un acto en el Instituto Cervantes, ha reiterado el compromiso de España de ayudar a Mali a expulsar a los yihadistas que controlan el norte del país mediante la formación de tropas y con apoyo logístico a las operaciones militares sobre el terreno, siempre bajo el paraguas de la ONU, que ya ha dado su luz verde, y en colaboración con la UE.
La operación francesa de apoyo a las tropas malienses comenzó el viernes y hasta que se reúnan los ministros de Exteriores de la UE y el Consejo de Ministros García-Margallo no ha querido adelantar qué colaboración podría prestar España, aunque países como el Reino Unido ya han acordado el envió de aviones.
Tras explicar que se han reforzado las medidas de seguridad en le embajada española en la capital, Bamako, ha garantizado que su departamento está siguiendo "segundo a segundo" la situación de los españoles residente en Mali y ha explicado que todos se encuentran en el Sur, en la zona controlado por el Gobierno de Dioncunda Traoré.
Salvo ocho personas que se hallan en estos momentos en el vecino Senegal y una en el Este del país, todos están en Bamako.
El Gobierno nombró el pasado viernes a un nuevo embajador en Mali, que todavía no ha llegado a su destino, y el encargado de negocios de la embajada está en contacto "permanente" con todos los españoles y con los franceses, que han desplegado un batallón en la ciudad.
"Estamos haciendo lo posible y lo imposible para asegurar la protección de nuestros ciudadanos, que es la obligación del Gobierno", ha recalcado García-Margallo.
Según han apuntado a Efe fuentes diplomáticas, no se ha planteado por el momento la evacuación de los españoles.
El ministro ha recordado que ya en su primer intervención en el Congreso alertó del riesgo que suponían los grupos yihadistas -islamistas extremistas- que controlaban el Norte de Mali.
"Desde el primer momento dijimos que España estaría dispuesta a colaborar que sus socios europeos y bajo el paraguas de Naciones Unidas para resolver una situación que entendíamos muy peligrosa para los intereses españoles", ha subrayado.
Si hubiera algún cambio en el compromiso adquirido por España para apoyar a Mali, ha dicho, se tendría que discutir en el seno del Gobierno y con los socios europeos.
Según ha explicado, la intervención de Francia en apoyo a las tropas malienses "se ha precipitado porque los hechos se han precipitado", ya que los grupos yihadistas pusieron en peligro al Gobierno de Mali al avanzar hacia el Sur y llegar a la curva del Níger, región totalmente llana que permite un avance muy rápido hacia la capital.
La duda ahora, ha reconocido, es si la operación militar, a la que se han sumado varios países africanos, busca frenar a los terroristas y favorecer una negociación en condiciones favorables -"no es lo mismo negociar si estos grupos están recluidos en el Norte o a las puertas de Bamako"-, o y si el objetivo es "seguir las operaciones hasta el final".
El jueves, antes de comenzar la intervención, buena parte del Gobierno presidido por Mariano Rajoy se encontraba en Argelia, país que, en ese momento, ha precisado García-Margallo, apostaba por fortalecer el Gobierno de Bamako y negociar con las facciones que pudieran ser aliadas en la lucha contra los terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y del Movimiento Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO).
Según los argelinos, ha explicado el ministro, podrían ser aliados en esa lucha los independentistas tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad y Ansar al Din, aunque muchos países consideran que éstos últimos son "claramente un movimiento yihadista".
