Un grupo de 446 inmigrantes, entre ellos 95 mujeres y 59 menores, desembarcaron hoy en el puerto de Augusta, en la isla italiana de Sicilia, después de haber sido rescatados por la Guardia Costera italiana.
Los inmigrantes se encuentran en buenas condiciones y serán acompañados a los centros de acogida de la localidad, en el sureste de Sicilia, una de las más utilizadas para la llegada de inmigrantes.
Los inmigrantes fueron rescatados ayer cuando se encontraban a la deriva en una barcaza frente a las costas de Calabria, en el sur de Italia. Dos patrulleros de la Marina Militar italiana acudieron a socorrerlos, y también ayudaron en las labores de rescate dos barcos mercantes que navegaban por la zona, según informó en un comunicado el Estado Mayor de la Defensa italiano.
En el desembarco de los inmigrantes, que fue transmitido por algunas cadenas de televisión, se pudo ver a muchos niños de poca edad asomados a la cubierta, así como militares que llevaban bebés en sus brazos. También se espera que llegue hoy al puerto de Salerno, en la región de Campania (sur), otro grupo de 545 inmigrantes rescatados en los últimos días.
ESPAÑA TRABAJA EN LA ONU Y LA UE PARA ACABAR CON LAS TRAGEDIAS DE LA INMIGRACIÓN
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha afirmado hoy que España trabaja para que el problema de la inmigración se afronte desde Naciones Unidas y la Unión Europea (UE) y se atajen así estas "tragedias".García-Margallo ha respondido así en la sesión de control al Gobierno en el Congreso a una pregunta del diputado socialista Miguel Ángel Heredia sobre la forma en que aborda el Gobierno la catástrofe humanitaria que suponen los continuos episodios de desaparición de personas inmigrantes en el Mediterráneo como consecuencia del naufragio de sus embarcaciones.
"Ante las tragedias en lo único que no podemos caer es en lo que el papa ha llamado la globalización de la indiferencia", ha dicho el jefe de la diplomacia española.
çHa explicado que el aumento de la pobreza, el hambre, la inestabilidad, los conflictos civiles y el sectarismo religioso han provocado el mayor número de desplazados internos, refugiados e inmigrantes desde la Segunda Guerra Mundial. Por eso ha abogado por afrontar este problema "todos juntos" en Naciones Unidas -España es miembro no permanente del Consejo de Seguridad- y en la Unión Europea.
El ministro de Exteriores ha resaltado que el Gobierno de Mariano Rajoy "ha resucitado" el llamado Grupo de Olivo que integra a los países mediterráneos más afectados -que se reunieron en Alicante- y que posteriormente, el pasado 13 de abril, reunió en Barcelona a los países de la Vecindad Sur.
Estas conclusiones, ha destacado, formarán parte del plan de inmigración que prepara el Servicio Exterior de la UE. Para atajar estas catástrofes humanitarias, García-Margallo ha apostado por controlar la inmigración ilegal de la que se aprovechan las mafias que operan en los estados fallidos, por establecer mecanismos de entrada para que los inmigrantes vivan en condiciones de dignidad y por cooperar con los países de origen y destino.
Ha recordado que España está más cerca de las costas africanas que Italia y ha subrayado que gracias a la acción exterior "el drama de la inmigración no se produce en estas costas sino en otras". Heredia por su parte ha considerado que los dirigentes europeos "miran para otro lado para no ver el problema" y ha añadido que la UE no puede seguir "impasible".