Los 28 discutirán como reforzar Frontex y lanzar una misión militar contra los traficantes de inmigrantes

  • "La situación en el Mediterráneo es dramática, no puede continuar así" asegura Donald Tusk
  • Sopesan un plan de repatriaciones rápidas y un programa piloto de acogida de refugiados

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 celebran este jueves una cumbre extraordinaria urgente cuyo objetivo es adoptar "medidas inmediatas" para prevenir nuevas catástrofes migratorias en el Mediterráneo, entre ellas reforzar las operaciones allí de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) con más presupuesto y barcos y aviones, lanzar una misión militar para destruir los barcos de los traficantes de inmigrantes o poner en marcha un plan de repatriaciones rápidas.

La Comisión Europea espera obtener durante la cumbre el respaldo político de los líderes europeos a su plan de 10 puntos de respuesta a la crisis migratoria en el Mediterráneo que presentó el pasado lunes, tras conocerse el naufragio en aguas próximas a Libia de un barco con más de 850 inmigrantes a bordo.

"La situación en el Mediterráneo es dramática, no puede continuar así. No podemos aceptar que centenares de personas mueran al intentar cruzar el mar camino de Europa", ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. "Espero que la Comisión y el Servicio de Acción Exterior presenten opciones para medidas inmediatas y espero que los Estados miembros contribuyan inmediatamente", reclamó.

La cumbre, que se convocó el mismo lunes, comenzará a las 16:00 horas y está previsto que termine sobre las 20:00.

Los líderes europeos ya se comprometieron a adoptar medidas tras el naufragio de una embarcación en la isla italiana de Lampedusa en octubre de 2013, en el que murieron más de 300 inmigrantes.

Pero este compromiso se tradujo en pocas iniciativas concretas, debido a las grandes diferencias que existen entre los países del sur más afectados por la llegada de inmigrantes, en especial Italia, Malta o Grecia, que reclaman una mayor solidaridad de la UE, y los nórdicos, que sostienen que ya hacen su parte porque son los que acogen a un mayor número de refugiados.

ESPAÑA APOYA LA COOPERACIÓN CON LOS PAÍSES EMISORES Y DE TRÁNSITO

España está a favor de atender al salvamento de inmigrantes pero avisa de que hay que tener en cuenta el "efecto llamada" y evitar acabar dando "facilidades" a las mafias que trafican con seres humanos, según ha explicado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Para el Gobierno, la prioridad debe ser cooperar con los países de origen y tránsito, como España hace desde la crisis de los cayucos en 2006 con Senegal y Mauritania, aunque admite que la ausencia de Estado en Libia, el país del que salen la mayoría de los inmigrantes, impide de momento avanzar en este sentido.

Desde noviembre de 2014, Frontex tiene en marcha la operación Tritón en el Mediterráneo, que sustituye a la misión Mare Nostrum que Italia había lanzado en solitario tras la tragedia de Lampedusa.

Sin embargo, el mandato de Frontex es de vigilancia y control de las fronteras, mientras que Mare Nostrum era una operación de salvamento y rescate de inmigrantes. Además, el presupuesto de Tritón es de 2,9 millones al mes, un tercio de lo que costaba la operación italiana.

PLAN DE 10 PUNTOS

Por ello, la primera iniciativa que plantea Bruselas a los líderes europeos consiste en reforzar las operaciones de Frontex en el Mediterráneo, aumentando sus recursos financieros y el nombre de activos. T

ambién se ampliará su zona de acción, que en la actualidad es frente a las costas de Italia, para que pueda intervenir más lejos. Sin embargo, todavía no se ha aclarado en cuánto aumentarán los medios de Tritón ni de dónde saldrá el dinero y los activos, algo que podrían concretar los líderes europeos.

En segundo lugar, los jefes de Estado y de Gobierno discutirán lanzar una misión civil y militar para capturar y destruir los barcos que utilizan los traficantes de inmigrantes en el Mediterráneo, que seguirá el modelo de la operación Atalanta contra la piratería.

La UE ha constatado que hay una escasez de embarcaciones en Libia y que los traficantes obligan a menudo "a punta de pistola" a las personas que rescatan a los inmigrantes a devolver los barcos. Pero aún no está claro cuál será el mandato de esta operación ni si se desarrollará por tierra o mar.

Asimismo, Europol, Eurojust, Frontex y la Agencia de Asistencia al Asilo (EASO) trabajarán conjuntamente para reunir información sobre el modus operandi de los traficantes, hacer un seguimiento de su financiación y colaborar en las investigaciones de los Estados miembros.

Para repartir el esfuerzo entre los Estados miembros, una de las cuestiones más polémicas, Bruselas plantea un proyecto piloto voluntario de acogida de refugiados y estudiar opciones para un mecanismo de emergencia de reparto de inmigrantes.

La UE pondrá en marcha además un nuevo programa de repatriación rápida de inmigrantes irregulares coordinado por Frontex desde los Estados miembros más afectados. EASO desplegará equipos en Italia y Grecia para procesar peticiones de asilo y todos los Estados miembros se comprometen a tomar las huellas de todos los inmigrantes.

En el ámbito de la política exterior, la UE se compromete a intensificar los esfuerzos para lograr un Gobierno de unidad nacional en Libia, el país de donde parten la mayor parte de los barcos de inmigrantes, y a aumentar la colaboración con Níger en la lucha contra redes de tráfico de seres humanos.

Además, se desplegarán funcionarios expertos en inmigración en las delegaciones de la UE en los países terceros considerados clave para recabar información sobre flujos migratorios.