Japón teme una fuga masiva de radiactividad en la central de Fukushima

  • El Gobierno japonés establece una zona de exclusión aérea sobre la central
  • Japón informa a la AIEA de que el incendio en el reactor cuatro ha liberado radiactividad a la atmósfera

La situación en la planta nuclear de Fukushima en Japón entró este martes en fase crítica tras un incendio y una nueva explosión que desataron el temor a una fuga masiva de radiactividad y la declaración de un radio de exclusión aérea de 30 kilómetros.

La situación más grave parece concentrarse en los reactores 2 y 3 de esa central, donde a primera hora de hoy tuvo lugar una explosión que, además de dañar el edificio de la unidad 2, parece haber afectado a su sistema de contención.

El ministro portavoz, Yukio Edano, consideró muy probable que esté dañado y advirtió de que los niveles de radiación de la central son lo suficientemente altos como para ser perjudiciales para la salud. La operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), reconoció una potencial fusión del núcleo del reactor, mientras el nivel de radiactividad en la entrada de la central llegó a marcar los 8.217 microsievert por hora, muy por encima de los 1.000 microsievert al año establecidos como límite seguro.

FUSIÓN DEL NÚCLEO

Mientras tanto, en las inmediaciones de la unidad del reactor 3, que también sufrió ayer una explosión por hidrógeno, la radiactividad llegó a tocar 400 veces el nivel considerado seguro.En este reactor también se teme una fusión del núcleo a causa del fallo del sistema de refrigeración, pese a la inyección de agua marina con boro y a que se está liberando vapor de forma controlada para rebajar la temperatura y presión. La situación la complicó un incendio, ya extinguido, en la piscina de combustible del reactor 4, que estaba apagado por mantenimiento cuando ocurrió el terremoto.

Las piscinas sirven para guardar el combustible ya utilizado sumergido en agua a fin de evitar su sobrecalentamiento. Si el nivel del agua baja, la subida de temperatura puede llegar a provocar el fuego y, por tanto, nubes de material radiactivo, según los expertos.

El incendio de la piscina de la unidad 4 (aparentemente causada por una explosión de hidrógeno) hizo que los niveles de radiactividad llegaran a superar hasta cien veces el límite permitido, pero luego disminuyeron, según el ministro portavoz, Yukio Edano, que negó que hubiera una fuga en este reactor. No obstante, Edano advirtió de que los niveles en la central son lo suficientemente altos como para ser perjudiciales para la salud.

En la planta de Fukushima luchan por controlar los múltiples focos de crisis un puñado de operarios, después de que el grueso, unos 800, fueran evacuados ante la subida del nivel de radiactividad en el recinto, mientas TEPCO indicó que la radiación es demasiado alta para que sus empleados permanezcan en las salas de control.

EVACUACIONES Y NUEBE RADIACTIVA

Los residentes en un perímetro de 20 kilómetros alrededor de la central, unos 200.000, fueron evacuados desde el fin de semana, mientras que hoy el Gobierno extendió el área de alerta hasta los 30 kilómetros.

Ese radio ha sido decretado como zona de exclusión aérea. Además, a los vecinos que permanecen a entre 20 y 30 kilómetros de la planta se les ha urgido a no salir de sus casas, cerrar las ventanas y apagar los sistemas de ventilación.

Mientras, los niveles de radiación se incrementaron en varias localidades japonesas, incluida Tokio, mientras la población hace acopio de agua embotellada, mascarillas y víveres, y se prepara para permanecer en sus casas.

En la provincia de Ibaraki, adyacente a Fukushima, en un momento dado la radiación se situó en 5 microsievert por hora, cien veces más de lo habitual, mientras algo más al sur, en Kanagawa, era diez veces mayor.

En Tokio también se elevaron los niveles de radiación hasta veinte veces más de lo habitual y se detectaron pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio, pero el Gobierno Metropolitano insistió en que no implica riesgos inmediatos para la salud.

Pese a los llamamientos a la calma, en Tokio, a unos 270 kilómetros de la planta, se veían hoy más mascarillas de lo habitual, mientras una parte de los residentes decidía alejarse por unos días de la ciudad hasta que remita la alarma por la situación en Fukushima.

SALIDA DE EXTRANJEROS

Durante la jornada de hoy muchos extranjeros tomaron el "Shinkansen", el tren bala japonés, para desplazarse en menos de tres horas a ciudades como Osaka, a más de 500 kilómetros de la capital y donde la amenaza de una fuga radiactiva suena más lejana.

Desde principios de esta semana varias misiones diplomáticas, como la francesa o la mexicana, habían aconsejado a aquellos que se sintieran intranquilos y no tuvieran asuntos "esenciales" en Tokio abandonar la ciudad, y hoy la embajada de Austria decidió llevar su misión temporalmente a Osaka.

La legación aludió a "lo imprevisible de la evolución en la situación nuclear" para ese traslado.

Mientras las noticias sobre Fukushima son recibidas con inquietud creciente entre la comunidad extranjera, donde se suceden rumores y desmentidos sobre evacuaciones, los japoneses las siguen con una mayor tranquilidad, atentos a través de la televisión a las instrucciones de las autoridades locales.

Se suceden los llamamientos a la calma, al ahorro de energía (el terremoto paralizó once centrales nucleares) y a mantener la prudencia a la hora de abastecerse en los supermercados para evitar la escasez, como se hacen eco numerosos medios.

"El Gobierno japonés ha anunciado que hay suficientes suministros almacenados. Por favor actuad con calma y paciencia", reza un mensaje colgado por los responsables de la red social Facebook en la web de su versión para Japón.

Más al norte, las provincias vecinas a Fukushima se prepararon hoy para acoger a los evacuados de las inmediaciones de la central, muchos de los cuales acudían inmediatamente al hospital para determinar los niveles de radiación a los que estuvieron expuestos.

En un radio de 20 kilómetros en torno a la fatídica planta nuclear han sido evacuadas cerca de 200.000 personas.

Otras 5.000 se encuentran repartidas en una decena de refugios en la localidad de Kawamata, a menos de 30 kilómetros de la central, donde han recibido instrucciones de quedarse dentro de las instalaciones por si se produce "el peor escenario posible", según la agencia Kyodo.

Allí, los funcionarios indicaban que, incluso si quisieran, no podrían llevar a los evacuados más lejos por problemas logísticos y escasez de gasolina.

BRUSELAS CALIFICA EL ACCIDENTE DE "APOCALIPSIS"

Por su parte, el comisario de Energía de la Comisión Europea, Günther Oettinger, ha calificado este martes de "apocalipsis" el accidente en la central nuclear de Fukushima provocado por el terremoto que afectó a Japón el pasado viernes y ha asegurado que "casi todo está fuera de control" en esa planta.

"Se ha hablado de apocalipsis y yo creo que esta palabra está particularmente bien elegida", ha dicho Oettinger en una comparecencia ante la comisión de Energía de la Eurocámara. El comisario se ha declarado "muy preocupado" por lo que está ocurriendo en las últimas horas en la central de Fukushima por considerar que "casi todo está fuera de control".

"Espero que no ocurra lo peor, pero no podemos excluir que ocurra lo peor en las próximas horas y días", ha avisado el comisario de Energía.

LA OMM AFIRMA QUE LOS VIENTOS HACIA EL MAR ALEJAN LA AMENAZA NUCLEAR DE JAPÓN

No obstante, la actual situación meteorológica, con vientos hacia el este, está alejando de Japón la amenaza de una nube radiactiva como consecuencia del accidente en la planta nuclear de Fukushima, indicó hoy la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

"En el momento actual no hay implicaciones en tierra para Japón u otros países. Por ahora todas las implicaciones meteorológicas son hacia el mar abierto. El viento está dispersando las partículas radiactivas hacia el océano", señaló una portavoz del organismo en conferencia de prensa. No obstante, indicó que las condiciones de los vientos son muy cambiantes y que "la situación puede fluctuar en los próximos días".

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que no existe riesgo para la salud como consecuencia de la crisis nuclear en Japón ya que el gobierno nipón ha tomado las medidas correctas de evacuación. "Si estás expuesto a la radiactividad habría riesgo, pero con las medidas de evacuación que ha adoptado el gobierno japonés, la población no está expuesta", aseguró la doctora María Neira, responsable de Salud Pública y Medioambiente de la OMS.