Japón elevó la gravedad del accidente de Fukushima al nivel 5, mientras que camiones cisterna del ejército reanudaron hoy el lanzamiento de agua en el edificio que alberga el reactor número 3, cuando se cumple una semana del terremoto y tsunami que causó la crisis nuclear
Los expertos tratan de enfriar hoy el reactor número 3, en el que ayer vertieron 64 toneladas de agua desde camiones cisterna y helicópteros militares, mientras que intentan reactivar la energía eléctrica con cables externos para ayudar al sistema de refrigeración.
Unos siete camiones del equipo de los 30 del cuerpo de bomberos de Tokio se acercan por turnos al reactor en intervalos de cinco a diez minutos y lo rocían con agua durante varios segundos, antes de alejarse de nuevo para dar paso a la siguiente ronda. Se prevé que en esta operación se lancen sobre el reactor 50 toneladas de agua, según la televisión pública NHK, que mostró cómo de la unidad 3 salían columnas de vapor o humo blanco.
El reactor número 3 tiene problemas con la piscina de almacenamiento de combustible, ante el descenso del agua que lo cubre para impedir su sobrecalentamiento. Aunque las operaciones de ayer lograron introducir líquido en la piscina, los responsables de la central consideran que el nivel todavía es demasiado bajo y existe la posibilidad de que suba la temperatura.
BAJAN LOS NIVELES DE RADIACTIVIDAD
Las últimas mediciones de radiactividad tomadas a un kilómetro al oeste del reactor número 2 apuntan a que los niveles se han reducido desde primera hora de hoy, según la agencia local Kyodo. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el japonés Yukiya Amano, llegó hoy a Tokio para seguir de cerca la crisis y recabar información de primera mano.
La radiactividad en torno a la central nuclear, operativa desde 1971, llevó al gobierno nipón a evacuar casi 230.000 personas en un radio de 20 kilómetros y recomendar a aquellas que se encuentran entre 20 y 30 kilómetros de la planta que permanezcan en sus casas con puertas y ventanas cerradas.
En medio de tanta destrucción, el primer ministro de Japón, Naoto Kan, se mostró hoy convencido de que el país será "capaz de emerger de la crisis"."Reconstruiremos Japón de nuevo", aseguró Kan, que reconoció que la crisis nuclear de la planta de Fukushima es "grave", pero incidió en que "no hay espacio para el pesimismo". En su discurso televisado en directo desde Tokio, también hizo un llamamiento a la unidad de los japoneses e incidió en que "no hay espacio para el pesimismo" en esta crisis.