Israel se quedó hoy casi solo en su rechazo frontal al acuerdo alcanzado entre Irán y las potencias del Grupo 5+1 sobre el programa nuclear iraní, que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha calificado de "malo" y la mayoría de países ven como un importante "primer paso".
Con el firme respaldo de Canadá, que mostró su escepticismo, Netanyahu ha recalcó hoy que "sería feliz si pudiera unirme a esas voces por el mundo que están alabando el acuerdo de Ginebra (...), pero es aún un mal acuerdo", aunque apuntó que es mejor para su país que el que estuvo sobre la mesa hace dos semanas.
El ministro de Asuntos Exteriores canadiense, John Baird, cuyo país retiró su representación diplomática de Irán y que se ha definido como el "mejor aliado" de Israel, ha anunciado que mantendrá íntegramente sus sanciones pues desconfía de la buena voluntad de Teherán.
Aunque se mostró comprensivo con las reticencias israelíes, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, insistió en que el acuerdo provisional para detener el programa nuclear de Irán hace que Israel "esté más seguro", pese a las afirmaciones de Netanyahu, que también lo ha considerado "un error histórico".
Francia, que mantuvo las posturas más duras dentro de Grupo 5+1 en la negociación, dijo hoy que el acuerdo temporal para que Irán paralice durante seis meses su programa nuclear también es positivo para Israel y para "la seguridad en el conjunto" de Oriente Medio.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, admitió que el acuerdo deja "preocupaciones legítimas" en Israel, aunque su primer ministro, David Cameron, se congratuló de que el acuerdo deje a Irán "más lejos de obtener armas nucleares".
"El buen avance sobre Irán está lejos del final, pero es una muestra de que la presión funciona", afirmó Cameron, aunque consideró el pacto como "un primer paso importante".
En un tono similar, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló hoy al acuerdo como "un importante primer paso" y confió en que en los próximos meses se avance hacia una solución total.
En todo caso, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert mostró la comprensión del Gobierno alemán ante la preocupación de Israel por el acuerdo e insistió en dar nuevos pasos con prontitud.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró satisfecho por el acuerdo y pidió que los interesados hagan "todo lo posible" para extenderlo y convertirlo en "el inicio de un acuerdo histórico" para Oriente Medio.
Entre los países del entorno de Irán, Arabia Saudí (pese a sus iniciales reticencias) y el resto de países árabes y musulmanes dieron una moderada bienvenida al acuerdo.
Para Riad, rival principal de Irán en la zona, "si hay buena voluntad", podría ser "un paso inicial en el camino hacia una solución verdadera para el programa nuclear iraní y hacia la desaparición de todas las armas de destrucción masiva, especialmente las nucleares, en Oriente Medio y el Golfo Pérsico".
El presidente de Turquía, Abdullah Gül, ha felicitado a todos los implicados en el acuerdo, que consideró "un gran paso adelante" al tiempo que espera que "pronto se selle con un acuerdo definitivo".
Egipto, otro de los países influyentes en Oriente Medio, calificó hoy de "satisfactorio" el acuerdo y expresó su confianza en que se logre un pacto "permanente".
Emiratos Árabes Unidos, Catar y Kuwait coincidieron en aplaudir el pacto como "un paso importante" para proteger "la paz y la estabilidad de la región".
China, principal aliado económico de Irán, también ha señalado hoy que este es sólo el primer paso para solucionar la cuestión nuclear iraní y pidió a "todas las partes implicadas que ultimen las responsabilidades y obligaciones estipuladas en el acuerdo para asegurarse de que las medidas sean puestas en práctica"
Después de que ayer el presidente de EE.UU, Barack Obama, manifestará sus satisfacción por el "gran acuerdo", que en su opinión" hace el mundo más seguro", hoy su país ha empezado a aplicarlo al desbloquear 8.000 millones de dólares en activos iraníes, según anunció el Gobierno de Teherán.
La Unión Europea, también implicada en la negociación del acuerdo, trabaja para levantar parte de sus sanciones a Irán, aunque el proceso comunitario es más lento y se espera que pueda culminar como muy tarde en enero.
Hizbulá, el grupo integrista musulmán chií iraní aliado de Irán dijo que el acuerdo es una "victoria brillante y un logro de la diplomacia activa iraní" y lo consideró "una lección para el resto de países, gobiernos y pueblos que buscan la independencia del extranjero y no renuncian frente a las amenazas".
Al coro de países que han recibido con satisfacción el acuerdo también se han unido los latinoamericanos, entre ellos Argentina, Uruguay, Costa Rica y Brasil, que esperan que su aplicación "fomente la confianza necesaria para la consecución de un acuerdo amplio y duradero", que defienda la no proliferación nuclear.