Irán mantendrá abierto el estrecho de Ormuz, la boca del golfo Pérsico, a la navegación internacional mientras se respeten sus intereses, según dijo hoy el general Masud Jazayeri, vicecomandante del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas al mando de las unidades de "basij" (voluntarios islámicos) iraníes.
Según el mando militar iraní, en declaraciones recogidas por la agencia oficial, IRNA, "nadie podrá enfrentarse a Irán si decide cerrar el estrecho de Ormuz", por donde salen los petroleros que distribuyen el 20 por ciento del crudo que se consume en el mundo.
"Irán vigila de cerca todos los movimientos y sucesos en la zona", agregó Jazayeri, quien recordó que el estrecho de Ormuz discurre por aguas iraníes en su mitad norte, mientras que la mitad sur corresponde a aguas de Omán.
Por otro lado, Jazayeri desestimó las amenazas de Israel y Estados Unidos de atacar Irán si prosigue con su programa nuclear y no avanzan las negociaciones entre Teherán y el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) sobre la cuestión atómica iraní.
"Irán está bien preparado para frustrar con fuerza cualquier acción militar estadounidense", dijo el mando iraní.
A juicio de Jazayeri, "las amenazas no son más que bravuconadas que forman parte de la guerra psicológica. EEUU no es capaz de atacar a Irán y el régimen sionista (Israel) es demasiado débil como para aventurarse en un enfrentamiento con Irán".
Las fuerzas iraníes, según el mando militar, pueden demostrar su capacidad en el campo de batalla y advirtió de que "el disparo de una sola bala puede inflamar toda la región" de Oriente Medio y el golfo Pérsico.
El pasado 23 de julio, en unas declaraciones similares, el vicecomandante de las Fuerzas Navales del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, contraalmirante Alireza Tangsiri, dijo que Irán no cerrará el estrecho de Ormuz mientras sus barcos puedan seguir utilizando esa vía marítima internacional.
En cualquier caso, Tangsiri advirtió: "Siempre estaremos presentes en esta vía marina y, si no la podemos usar, no permitiremos que nadie la use".
Irán está sometido a sanciones de la ONU y también de la UE, EEUU y otros países por su programa nuclear, que algunos gobiernos, con el de Washington a la cabeza, sospechan que tiene una vertiente armamentista, mientras Teherán afirma que es exclusivamente civil y pacífico.
La Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar impone una amplia libertad de tránsito por los estrechos internacionales, por lo que eventuales medidas legales o militares para limitar el paso por Ormuz serían de difícil justificación, según dijo a Efe una fuente jurídica.
Un eventual intento de condicionar el paso o de cerrar el estrecho de Ormuz por parte de Irán podría tener consecuencias muy graves e imprevisibles, tanto económicas como bélicas, para la región y el mundo.