Esta organización señala que los escaladores cuentan con tiendas de campaña y víveres suficientes para permanecer suspendidos durante varios días. Además, añadien que, si logran detener las labores de perforación en un corto periodo de tiempo, la empresa petrolera tendría serias dificultades para completar la prospección antes de que comiencen las duras condiciones invernales, que obligarían a parar las operaciones hasta el próximo año.
A través de un comunicado difundido por Greenpeace, uno de los activistas, el estadounidense Sim McKenna, consideró "necesario mantener a las empresas energéticas fuera del Ártico y acabar con la adicción al petróleo. Por eso vamos a frenar la actividad de esta plataforma de perforación durante el tiempo que podamos".
"El desastre de BP en el golfo de México ha demostrado que hay que buscar alternativas al petróleo. Esta plataforma es la que puede desatar la fiebre del petróleo en el Ártico, lo que supone una gran amenaza para el clima y pone este frágil entorno en riesgo", añadió.
En este lugar se encuentra desde hace nueve días el barco de Greenpeace "Esperanza", siempre vigilado de cerca por un buque de guerra danés y una flotilla de barcos de la policía con equipos de operaciones especiales a bordo.
Según Greenpeace, es probable que Cairn Energy se plantee desplazar las labores de prospección unos 100 kilómetros de la plataforma actual, ya que no ha encontrado petróleo en este punto. La semana pasada, esta petrolera anunció que había encontrado gas a pocos kilómetros de esta plataforma, pero no petróleo.
Greenpeace afirmó que si esta empresa encuentra petróleo, se producir
una nueva "fiebre del petróleo" en el Ártico, ya que petroleras como Exxon y Chevron han comprado licencias de perforación en la zona y realizan los preparativos necesarios para trabajar.