Grecia se vio hoy obligada hoy, una vez más, a desmentir que como consecuencia del fracaso del plan puesto en marcha hace un año para hacer frente a sus deudas deba pedir más dinero a sus socios de la zona euro y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"No estamos barajando un nuevo paquete de rescate", declaró a Efe un portavoz del Ministerio de Finanzas griego, en medio de crecientes presiones y rumores sobre la supuesta insolvencia del país.
Este martes, un día después de alertar que pone bajo revisión para posible rebaja de calificación a los bonos griegos, la agencia Moody's anunció que también coloca en la misma situación a ocho bancos helenos.
Esta noticia se suma a la rebaja efectuada ayer por Standard & Poor's a la calificación de la deuda griega, al situar las notas del débito a largo y corto plazo en B y C, respectivamente, desde BB- y B, con vigilancia negativa.
Ambas agencias destacan la preocupación por una potencial extensión de los plazos de vencimiento del rescate concedido hace un año para evitar la bancarrota de Grecia, entre otros factores que hacen dudar sobre la sostenibilidad de la deuda soberana.
Los medios financieros griegos se han hecho eco de las presuntas intenciones de Atenas de solicitar más préstamos para cubrir los 57.000 millones de euros de deuda con vencimiento en 2012 y 2013.
El viernes pasado, tras semanas de descartar que tenía intenciones de reestructurar su deuda de 340.000 millones de euros, Atenas tuvo que aclarar que no barajaba abandonar la eurozona ni volver a introducir su propia moneda, en contra de lo publicado por el portal digital del semanario alemán "Der Spiegel".
En este clima de creciente desconfianza en los mercados financieros sobre la capacidad para conseguir sus objetivos de consolidación fiscal, Grecia colocó hoy 1.625 millones de euros en Letras del Tesoro a seis meses con una rentabilidad del 4,88%.
La tercera agencia internacional de calificación de riesgos, Fitch, la única que aún mantiene hoy la confianza en los títulos de la banca griega usados para obtener liquidez adicional del Banco Central Europeo (BCE), se prepara también para rebajar la credibilidad helena, según los medios locales.
"Grecia se encuentra en un punto clave y la mayoría del pueblo heleno desea que continuemos con las reformas", afirmó el primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, tras ser recibido de forma urgente hoy por el presidente del país, Carolos Papulias.
Un sondeo privado de la empresa GPO publicado este martes reveló que el apoyo popular al partido gobernante (PASOK) ha retrocedido hasta quedar con una ventaja de tan sólo 1,7% sobre la oposición conservadora "Nueva Democracia", desde el 10,44% a su favor que consiguió en las elecciones legislativas de octubre de 2009.
El bipartidismo por primera vez no acapara el 80% del electorado y, según la encuesta, actualmente no supera el 40%, algo que refleja un descontento palpable en las protestas laborales casi cotidianas contra el programa de gran austeridad que ha impulsado el índice de desempleo hasta el 15 por ciento.
Los sindicatos han convocado para mañana una huelga general de 24 horas, la segunda del año, en protesta por los recortes aprobados por el Gobierno y la privatización de empresas estatales.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, afirmó hoy que la decisión sobre un posible segundo plan de rescate de la Unión Europea (UE) para Grecia se adoptará "en las próximas semanas".
Esa declaración prolonga la incertidumbre en los mercados financieros, desde donde también se seguirán las reuniones que los jefes de la misión de la UE, del BCE y del FMI inician mañana en Atenas con las autoridades y la banca.
Se espera que traten sobre el plan adicional de Atenas para recaudar 76.000 millones de euros hasta 2015, que Papandréu espera que apruebe el Parlamento en junio, y que luego elaboren un informe sobre las necesidades de financiación de Grecia en 2012.