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Las Fuerzas Armadas egipcias han anunciado que el presidente del Tribunal Constitucional Supremo asumirá provisionalmente la Presidencia de Egipto, en lugar del hasta ahora jefe del Estado, Mohamed Mursi.

En un discurso televisado a la nación, el jefe del Ejército, mariscal Abdel Fatah al Sisi, anunció que se ha decretado la suspensión temporal de la Constitución egipcia.

El presidente de la Corte Constitucional administrará la etapa interina y convocará elecciones presidenciales anticipadas, dentro de la hoja de ruta acordada por el Ejército con las fuerzas del país.

El presidente tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas, dijo Al Sisi.

Además, se formará un comité de expertos para enmendar la Constitución, según el plan trazado por Al Sisi, que estaba rodeado por líderes políticos además del jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, y el papa copto, Teodoro II.

Al Sisi dijo que el discurso a la nación que ofreció ayer Mursi "no respondió a las demandas del pueblo", después del ultimátum de 48 horas que le había dado el Ejército, por lo que las Fuerzas Armadas han decidido abrir consultas con representantes de las fuerzas nacionales.

Antes del anuncio blindados del Ejército egipcio tomaron posiciones en la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, donde se congregan decenas de miles de islamistas seguidores del presidente Mohamed Mursi. La fuente explicó que la medida fue adoptada "para preservar la vida de las personas y evitar enfrentamientos" entre opositores y seguidores de Mursi.

Uno de los asesores más cercanos al presidente Mohamed Mursi y alto cargo de los Hermanos Musulmanes, Esam Hadad, calificó los sucesos en Egipto de "golpe de Estado" y pronosticó que generará mucha violencia.

Por su lado, la agencia oficial Mena, que cita a otra fuente militar, aseguró que la jefatura de la Zona Militar Central de Egipto ha ordenado un fuerte despliegue en la plaza Tahrir y junto al Palacio Presidencial de Itihadiya, donde se congregan los opositores, y la plazas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, junto a la Universidad de El Cairo, donde se hallan los islamistas.

Según esa fuente, el objetivo de los militares es "cumplir con el máximo grado de protección a los manifestantes en esta etapa crítica de la historia de Egipto".

MURSI: "LA LEGITIMIDAD ES LA UNICA GARANTÍA CONTRA LA VIOLENCIA"

En su ultimo mensaje como presidente egipcio, Mohamed Mursi, dijo que "no aceptará nunca renunciar de forma humillante a su patria, su legitimidad y su religión", en un breve mensaje colgado en su página oficial de Facebook.

"Que sepan nuestros hijos que sus padres y abuelos fueron hombres que no aceptan la injusticia y que no aceptarán nunca renunciar de forma humillante a su patria, su legitimidad y su religión", señala el comunicado.

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, aseguró que la legitimidad "es la única garantía para la estabilidad y contra la violencia", y reiteró su llamamiento a la formación de un gobierno de unidad nacional que organice elecciones legislativas.

En un comunicado difundido en Facebook, la Presidencia explicó que su propuesta está basada en la "legitimidad constitucional que construyeron juntos los egipcios" y que esta "responde a las demandas del pueblo".

Mursi se pronunciaba así antes de que el Ejército emitiera su comunicado tras reunirse con distintas fuerzas políticas, religiosas y juveniles para abordar la crisis, cuando ya había expirado el ultimátum que los militares le dieron para "atender las demandas del pueblo".

"Comete un error quien crea que se puede imponer la legitimidad de la fuerza sobre este pueblo que probó el sabor de la libertad", aseguró Mursi, que alertó de la destrucción de la revolución de 2011, en la que fue depuesto el presidente Hosni Mubarak después de casi 30 años en el poder.

Para Mursi, "la falta de respeto a la legitimidad constitucional amenaza la práctica democrática con un desvío de su camino correcto y la libertad de expresión que ha vivido Egipto después de la revolución".

LOS MANIFESTANTES SE CONCENTRAN EN LAS CALLES A LA ESPERA DE NOTICIAS

Grupos de manifestantes se congregaron en masa en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya y en la plaza Tahrir de El Cairo esperando la salida del poder del presidente egipcio, Mohamed Mursi.

El ambiente es festivo en distintos puntos de la capital, donde los asistentes ondean numerosas banderas de Egipto y corean lemas contra Mursi y los Hermanos Musulmanes, a cuya pertenencia renunció el mandatario antes de asumir la Presidencia.

Cerca del palacio presidencial, los manifestantes reclaman que Mursi sea juzgado por el supuesto asesinato de manifestantes durante su mandato, e incluso gritan consignas que piden su ejecución.

Los asistentes exigen también que los dirigentes del grupo islamista sean presentados ante la justicia."Esta noche no habrá Hermanos Musulmanes", es uno de los lemas más coreados entre los manifestantes, que auguran que las horas de Mursi como presidente están contadas.

Además, los manifestantes estallaron en júbilo al escuchar que las tropas tienen cercados a los seguidores de Mursi en la plaza Rabea al Adauia, en el barrio cairota de Ciudad Naser.

Reaccionaron de la misma manera cuando escucharon por megafonía que al vicepresidente del partido Libertad y Justicia (vinculado a los Hermanos Musulmanes), Esam el Erian, y al del partido islámico Al Wasat, Esam Sultan, se les ha impedido viajar a Jordania desde el aeropuerto de El Cairo.

EL DEPARTAMENTO DE ESTADO NORTEAMERICANO PIDE UNA SOLUCIÓN PACÍFICA

El Departamento de Estado de Estados Unidos se mostró "muy preocupado" por la situación en Egipto y pidió a todas las partes, tanto las Fuerzas Armadas como el Gobierno de Mohamed Mursi, que "escuchen las voces del pueblo egipcio" y opten por una solución pacífica.

La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo que son conscientes de que "la situación es muy tensa" ante un posible golpe de Estado militar contra el presidente Mursi y pidió que las partes "alcancen una solución pacífica".

La portavoz estadounidense evitó, no obstante, criticar la intervención de las Fuerzas Armadas egipcias y la posibilidad de que hayan iniciado un golpe de estado contra el gobierno de los Hermanos Musulmanes y se limitó decir que EE.UU. "no toma parte" por ninguno y pidió que "dialoguen".

Estados Unidos dijo, eso sí, que el gobierno de Mursi no ha "respondido verdaderamente a las preocupaciones justificadas del pueblo egipcio" hasta el momento.