Alberto II abdicó hoy en favor de su primogénito, Felipe, duque de Brabante, que juró la Constitución ante el parlamento, convirtiéndose en el séptimo rey de los belgas.
"Juro observar la Constitución y las leyes del pueblo belga, mantener la independencia nacional y la integridad del territorio", dijo el ya rey Felipe en francés, neerlandés y alemán, los tres idiomas oficiales del país.
A la jura del rey Felipe asistieron, además de su esposa Matilde y los reyes Alberto y Paola, la reina Fabiola (viuda del rey Balduino), toda la familia real, el Gobierno federal y los altos representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial federales y regionales, entre otras personalidades.
El rey Alberto firmó el acta de abdicación de su reinado a las 09.45 GMT en presencia del príncipe heredero, así como del primer ministro, el socialista Elio di Rupo, y de la ministra de Justicia, Annemie Turtelboom.
Igualmente firmaron el documento el resto de los miembros del Gobierno, al igual que los altos representantes del poder Legislativo y Judicial del país.
"Felipe, tienes todas las calidades de corazón e inteligencia para servir bien a nuestro país en estas nuevas responsabilidades", dijo Alberto de Sajonia-Coburgo en un breve discurso que pronunció primero en neerlandés, siguió en francés y concluyó en alemán, los tres idiomas oficiales del país.
Alberto II, el segundo monarca europeo en presentar su renuncia al trono después de que en abril pasado lo hiciera Beatriz de Holanda, conserva el título de rey de forma honorífica.
"Tu madre y yo, te deseamos de todo corazón que tengas éxito en esta tarea, para la que estás bien preparado", dijo Alberto II al duque de Brabante, título oficial del heredero de la corona belga.
"A la reina Paola, que me ha apoyado constantemente en mi tarea a lo largo de estos veinte años, solo quiero decirle gracias. Un beso grande", dijo el rey Alberto a su esposa, que emocionada, dejó escapar unas lágrimas, y recibió el apoyo de la todavía princesa Matilde, que la tomó del brazo.
El rey Alberto reiteró de nuevo su agradecimiento a las autoridades del país y a los ciudadanos, y en especial al primer ministro Di Rupo, de quien dijo que "aceptó y ha tenido éxito en la difícil misión de formar este Gobierno".
Alberto II también felicitó a los presidentes de los ocho partidos políticos que junto al primer ministro han acometido la sexta reforma del Estado federal, al tiempo que reiteró su petición, hecha también el sábado durante su discurso a la nación, de "mantener la cohesión del estado federal".
"Bélgica se moderniza y me congratulo", dijo el monarca saliente, que también saludó el papel de las asambleas parlamentarias, sin las que -dijo- "no hay democracia digna de ese nombre", y añadió: "Lo mismo digo sobre la libertad de prensa, que hay que cuidar a todo precio".
De nuevo reiteró la vocación europeísta de Bélgica, al señalar a sus conciudadanos uno de los símbolos oficiales de la Unión Europea (UE), que es el lema de "unidad en la diversidad", válido para los belgas y para los europeos.
El primer ministro agradeció en los tres idiomas del país al rey: "Por todo lo que usted ha hecho y por haber sido un gran jefe de Estado. Con la cabeza alta y los deberes perfectamente hechos, Señor, usted pasa la página. Le agradezco su generosidad, su atención a los ciudadanos, también por el respeto de que habéis hecho prueba hacia los políticos".
Al próximo rey de los belgas Di Rupo le dijo: "En pocos minutos usted será el rey de un país en el que la tolerancia y la diversidad son valores esenciales, un país con una rica historia y que tiene una mirada resoluta hacia el futuro".
"Todos sabemos que su función será exigente e implicará que de forma permanente os situéis por encima de lo general", dijo Di Rupo, que señaló: "Radiante, la futura reina Matilde os secundará de forma magnífica en esta tarea".