El FBI ha asegurado que los dos autores del tiroteo de San Bernardino, en California, y en el que murieron 14 personas el pasado miércoles, estaban "radicalizados desde hacía tiempo".
Los autores de la matanza, el estadounidense Syed Farook y su esposa, la paquistaní Tashfeen Malik, habían participado en prácticas de tiro en Los Ángeles, una de ellas días antes de la masacre.
Mientras, las reacciones a los atentados continúan. El precandidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha pedido prohibir la entrada en Estados Unidos de todos los musulmanes, con el argumento de que es algo de "sentido común", pese al aluvión de críticas de sus rivales conservadores y de los candidatos demócratas, así como de medios y expertos.
Trump dio varias entrevistas a las principales cadenas de televisión para defender su propuesta, lanzada ayer por su campaña, de imponer un bloqueo "completo y total" a la entrada de musulmanes en el país hasta que las autoridades "averigüen lo que está pasando".
En declaraciones a la cadena ABC, el polémico magnate dijo que esa medida sería "temporal".
"Estamos en guerra", insistió Trump en varias entrevistas y acusó, además, al presidente de EEUU, Barack Obama, de no ver la gravedad de lo que está ocurriendo.
Trump pronosticó que habrá "muchos más" atentados terroristas como los del 11 de septiembre de 2001 "si no resuelven esto".
Hay personas que "quieren volar nuestros edificios, nuestras ciudades", advirtió el magnate multimillonario, que lidera la mayoría de los sondeos de intención de voto sobre la contienda republicana desde que lanzó su campaña el pasado verano.
Lejos polémica y en con un respetuoso silencio centenares de velas se han vuelto a encender en una nueva vigilia en San Bernardino para honrar a los victimas de este atentado.