Los habitantes de la localidad de Brienz, situada en el cantón suizo de los Grisones (sureste), deberán abandonar sus casas antes de las seis de la tarde de este viernes, evacuados por orden de las autoridades ante la posibilidad de que sus casas queden sepultadas por un deslizamiento de tierra.
Según informó la agencia de noticias helvética ATS, las autoridades del municipio de Albula -al que pertenece Brienz- activaron hoy la fase naranja de alerta para todo el pueblo, lo que implica que sus 124 habitantes tengan que dejar sus casas antes del fin de semana.
Los expertos advirtieron la semana pasada que una masa de rocas de dos millones de metros cúbicos avanza "aceleradamente" por la ladera de la montaña a cuyos pies se asienta esta pequeña población.
LOS GEÓLOGOS, OPTIMISTAS
El colapso definitivo podría producirse antes de que termine el mes de mayo, alertan. De cualquier modo, los geólogos creen que no ocurrirá un corrimiento de tierra de grandes proporciones y esperan que finalmente solo queden dañados algunos inmuebles de Brienz por los escombros que se puedan desprender de la montaña.
Las zonas que podrían quedar más afectadas son el norte y el oeste del pueblo. A la espera de más instrucciones de las autoridades, se ignora por ahora si la evacuación incluirá a los animales domésticos, pese a que Brienz posee dos grandes explotaciones ganaderas.