La operación para evacuar y repartir ayuda humanitaria a los civiles sitiados en el casco antiguo de la ciudad siria de Homs se reanudó hoy, pese a que en esa zona prosiguen los disparos y explosiones.
Según la agencia oficial siria Sana, la delegación de la ONU y la Media Luna Roja sacó de esos barrios cercados a un nuevo grupo de 65 personas, todas ellas niños, mujeres y ancianos.
El gobernador de Homs, Talal al Barazi, dijo que las autoridades están listas para ofrecer "todo tipo de respaldo y ayuda" para evacuar a esas personas del casco antiguo y llevar asistencia humanitaria a los civiles que deseen permanecer dentro.
Coincidiendo con esta operación, varias organizaciones han informado de que las fuerzas del régimen sirio atacaron y bombardearon a civiles que esperaban a ser evacuados en Homs, lo que causó muertos y heridos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, confirmó en un comunicado el reparto de alimentos y la evacuación de algunos civiles, así como que se habían producido disparos y explosiones en el casco antiguo.
Este grupo, que cuenta con una amplia red de personas sobre el terreno, no ha podido precisar por el momento una cifra de víctimas en estos sucesos.
La entrada ayer de los convoyes humanitarios también estuvo acompañada de ataques, de los que el régimen sirio y la oposición se acusaron mutuamente.
La Media Luna Roja indicó anoche que, pese a los bombardeos y disparos, en los que resultó herido al menos uno de su miembros, logró repartir 250 paquetes de comida y 190 con productos de higiene y medicinas.
Esta operación ha sido posible gracias a la tregua humanitaria de tres días acordada entre ambos bandos rivales y que fue anunciada por la ONU para permitir la evacuación de civiles y la introducción de ayuda.
Además de Homs, los bombardeos del régimen sirio con barriles con explosivos volvieron a producirse en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, donde murieron entre once y veinte personas, dependiendo las fuentes.