El exdirector del diario italiano "Avanti", Valter Lavitola, acusado de participar en un supuesto "chantaje" al expresidente del Gobierno Silvio Berlusconi en relación con sus fiestas con jóvenes, fue arrestado hoy a su regreso a Italia desde Argentina, donde se había refugiado, informan medios locales.Lavitola, que según las investigaciones era el intermediario entre Berlusconi y el empresario Giampaolo Tarantini, que se encargaba de conseguir las chicas para las fiestas del exmandatario, fue detenido en el aeropuerto romano de Fiumicino y ahora será trasladado a la cárcel de Poggioreale en Nápoles.
El excolaborador de Berlusconi había anunciado ayer desde Buenos Aires, donde se había refugiado en los últimos meses, que volvería hoy a Italia para "aclarar" su posición. "No puedo más. No soy un delincuente. Argentina me gusta, pero quiero volver a Italia donde me espera mi familia", anunció Lavitola a los medios italianos.Desde el pasado 14 de octubre, sobre Lavitola pesa una orden de detención por parte del Tribunal de Bari (sur de Italia) por, entre otras cosas, instigación a falso testimonio.Según los fiscales, Lavitola había inducido a Gianpaolo Tarantini a mentir a los jueces sobre las supuestas fiestas de Berlusconi bajo el pago de 500.000 euros, dinero cuya procedencia se está investigando.Las pesquisas comenzaron en Nápoles, pero después se decidió que la fiscalía competente para continuar las pesquisas era la de Bari (sur de Italia).
Los únicos detenidos por esta investigación Tarantini y su mujer, y que habían sido encarcelados en septiembre del año pasado, se encuentran ahora en libertad, Tarantini, que al estallar en 2009 el escándalo de las fiestas privadas de Berlusconi fue señalado como el encargado de reunir a las chicas que frecuentaban esos encuentros, ha asegurado siempre que pidió 500.000 euros a Berlusconi para iniciar un negocio.
Sin embargo, los fiscales sostienen que el dinero pudo servir para "convencer" al empresario de que pactara la condena en un caso en el que estaba imputado y evitar que salieran a la luz escuchas telefónicas con detalles comprometedores sobre las fiestas de Berlusconi en un juicio oral.