El Ministerio de Sanidad egipcio afirmó hoy que al menos 38 personas murieron y 180 resultaron heridas en los choques de las últimas horas entre partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi y la policía en El Cairo.
El portavoz de ese departamento, Jaled al Jatib, explicó a medios estatales que por el momento las autoridades solo han contado las víctimas ingresadas en centros dependientes de su ministerio, por lo que no han incluido a los fallecidos en el hospital de campaña de Rabea al Adauiya.
Los Hermanos Musulmanes han informado de la muerte de más de 200 personas y de unos 4.500 heridos, citando a fuentes de dicho hospital, ubicado en la plaza de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser, donde los islamistas mantienen una acampada de protesta.
Esas fuentes destacaron que la mayoría de los muertos presenta disparos de bala en la cabeza, el cuello y el pecho.
Los islamistas señalaron que la policía abrió fuego a primera hora de la mañana contra los seguidores de Mursi cerca del monumento del soldado desconocido, en el camino de Nasr, en las proximidades de Rabea al Adauiya.
Una fuente de los servicios de seguridad dijo a Efe que los enfrentamientos comenzaron cuando los partidarios del depuesto presidente intentaron bloquear el puente 6 de Octubre, uno de los principales de la ciudad.
Los efectivos del orden advirtieron a los manifestantes de que no lo hicieran, pero estos insistieron y se iniciaron los choques.
La fuente subrayó que la policía intentó dispersar con gases lacrimógenos a los islamistas, que respondieron arrojándoles piedras y con disparos de perdigones.
LOS ISLAMISTAS REDUCEN LA CIFRA A 66 MUERTOS
Los Hermanos Musulmanes redujeron hoy a 66 muertos y 700 heridos el número de víctimas la pasada madrugada en choques contra la policía en las inmediaciones de la plaza de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser.
En una rueda de prensa, el portavoz de la Hermandad Ahmed Aref no descartó que el número de fallecidos aumente, ya que hay 61 personas en estado de muerte clínica en los hospitales.
Aref agregó en la conferencia, celebrada en la mezquita de Rabea al Adauiya, que los 700 heridos son por disparos de bala y de perdigones y que además ha habido unas 3.000 personas con daños por asfixia.
Anteriormente, los islamistas habían informado de más de 200 muertos y 4.500 heridos en los disturbios.
El Ministerio de Sanidad ha confirmado al menos 38 fallecidos y 500 heridos en los enfrentamientos, que comenzaron la pasada madrugada y cesaron esta mañana.
Aref insistió en la versión de los islamistas de que la policía abrió fuego contra los manifestantes, a los que disparó en la cabeza y el pecho.
Además, denunció que había francotiradores apostados en las azoteas de instituciones en el área, como las facultades de la Universidad de Al Azhar, una de las más prestigiosas del islam suní.
Aref criticó al ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, por culpar a los seguidores de Mursi de la violencia, y atribuyó la responsabilidad total de la masacre a "los dirigentes del golpe", en referencia al ejército.
Mursi fue depuesto el pasado 3 de julio en un golpe de estado militar, tras protestas multitudinarias los días anteriores que pedían elecciones presidenciales anticipadas.
En un comunicado, la Coalición Nacional para la Defensa de la Legitimidad, que engloba a varios grupos islamistas, entre ellos los Hermanos Musulmanes, pidió la intervención de organizaciones como la Media Luna Roja y la Cruz Roja Internacional para "detener el genocidio de manifestantes en Egipto".
La alianza también instó al Tribunal Penal Internacional a que se ocupe de la situación del país.