Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) iniciaron hoy una cumbre de dos días en la que intentarán cerrar un acuerdo para fijar la política climática y energética del bloque comunitario para 2030 y la posición que defenderá en la cumbre de clima de la ONU de 2015 en París.
La canciller alemana, Angela Merkel, auguró a su llegada al encuentro que las negociaciones de hoy serán difíciles, mientras que el presidente francés, François Hollande, sostuvo que "hay un acuerdo a la vista", pese a la resistencia de un país que no nombró.
Los dirigentes europeos abordarán en la primera jornada las políticas energéticas y económicas con las que buscan que la UE lidere la batalla contra el cambio climático, así como la lucha contra el ébola, mientras que dedicarán el viernes a analizar la situación económica europea.
Los veintiocho líderes comunitarios se reúnen hoy con el compromiso de acordar un nuevo paquete clima-energía que contenga al menos tres objetivos -uno de recorte de emisiones de dióxido de carbono (CO2), otro de renovables y un tercero de eficiencia energética- que podrán tener o no carácter vinculante.
"Nos hemos prometido a nosotros mismos y al resto del mundo que decidiremos en este Consejo Europeo, y lo haremos. Un acuerdo sobre cambio climático sería la mejor despedida para el presidente (de la Comisión, José Manuel Durao) Barroso y para mí mismo", dijo al comienzo de la reunión el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Barroso cederá su puesto al presidente electo de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, el próximo 1 de noviembre, mientras que Van Rompuy será sustituido por el ex primer ministro de Polonia Donald Tusk el 1 de diciembre, con lo que para ambos esta es la última cumbre de líderes europeos.
Van Rompuy recordó que el acuerdo climático lleva mucho tiempo siendo preparado por los ministros europeos y los expertos comunitarios.
La CE propuso el pasado enero que el recorte de CO2 para 2030 de la UE llegue al 40 % y sea obligatorio dentro del territorio comunitario, así como que la meta de renovables sea del 27 % y tenga carácter vinculante solo a escala europea, pero sin dividirla en objetivos nacionales ni poder penalizar a los Estados miembros en caso de incumplimiento.
El Ejecutivo comunitario añadió en julio un objetivo "indicativo" de eficiencia energética del 30 %.
Los líderes también decidirán hoy si añaden un objetivo voluntario o vinculante en materia de interconexiones energéticas, que podría situarse en el 15 %.
Estos compromisos contrastan con los que la UE se fijo para 2020, 20 % de recorte de CO2, 20 % de renovables, 20 % de eficiencia energética y 10 % de interconexiones, los dos primeros obligatorios y los dos últimos voluntarios.