Brasil alerta de una ola de calor con 5 grados por encima de la media
La alerta se extiende por el sureste, centro y oeste del país, donde los termómetros pueden superar los 40 grados centígrados pese a ser la última semana del invierno
EFE
Brasil se enfrenta a una ola de calor en nueve estados del país que durará entre tres y cinco días y llevará las temperaturas a ser cinco grados superiores a la media histórica, alerta este martes el Instituto Nacional de Meteorología.
La alerta se extiende por el sureste, centro y oeste del país, donde los termómetros pueden superar los 40 grados centígrados pese a ser la última semana del invierno.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) emitió el una alerta por una masa de aire caliente que alcanzó su punto culminante este domingo, cuando estaba previsto que las temperaturas llegasen a los 42 grados en Río de Janeiro y 37 en Brasilia.
São Paulo, la mayor ciudad del país y de Sudamérica, alcanzó los 36,5 grados a las 15.00, su temperatura más alta en lo que va de año y una de las mayores desde que empezaron los registros del Inmet en 1943.
Los paulistanos que pudieron huyeron en dirección a las playas, causando atascos de hasta 14 kilómetros, y quienes se quedaron se pusieron el traje de baño y llenaron piscinas municipales y parques.
Vestido con camisetas de tirantes y pantalón corto, Leonardo Callipo, psicólogo de 27 años, escogió una sombra del Parque Augusta, un rincón verde en el corazón de esta ciudad dominada por el cemento, para instalarse con su nevera portátil llena de cervezas y aperitivos.
"Me gusta el calor, pero esto es demasiado. Hace por lo menos tres años que no teníamos estas temperaturas y apenas estamos saliendo del invierno", dice el joven, que ya está pensando en comprarse un aire acondicionado para su apartamento.
Los termómetros disparados se explican por un fenómeno meteorológico recurrente conocido como El Niño, que provoca un calentamiento de las corrientes marítimas que pasan cerca de esta parte de la costa de Sudamérica.
Normalmente ocurre en diciembre, al inicio del verano brasileño, pero el cambio climático y el debilitamiento de los vientos han adelantado el fenómeno.
Durante el invierno, el norte y centro del país tuvieron más de 70 días por encima de los 30 grados, mientras que en el estado de São Paulo se registraron más de 50 días por encima de esa marca y la ciudad del mismo nombre tuvo su estación fría más caliente desde 1961, según el Inmet.
Así como El Niño provoca subidas de temperaturas y déficit de precipitaciones en el centro y norte, también genera lluvias torrenciales en el sur, como se vio con el ciclón que azotó esa región a principios de septiembre y que dejó 50 muertos.