Las sesiones de alto nivel de la Asamblea General de la ONU entran este lunes a su recta final, con las intervenciones de una treintena de países, entre ellos Siria e Israel, antes de que los debates queden clausurados el martes.
Una de las intervenciones más esperada es la del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se dirigirá a la Asamblea semanas después de la ofensiva de 50 días contra la Franja de Gaza palestina, que causó más de dos mil muertos.
Esos ataques recibieron la condena del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien, a pesar de que también criticó el lanzamiento de cohetes de parte del movimiento palestino Hamás, llegó a comentar que la ofensiva israelí era "desproporcionada".
Pero Ban también ha venido insistiendo, a la vez, en la necesidad de que se retomen las negociaciones directas de paz entre israelíes y palestinos que quedaron suspendidas en 2010.
La intervención de Netanyahu seguirá a la del líder palestino, Mahmud Abás, quien el viernes, en el mismo foro, advirtió de que buscará que Israel sea castigado por los crímenes cometidos durante su última ofensiva contra Gaza.
Abás también pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que presione a Israel para que se retire de los territorios palestinos ocupados, como paso previo a la reanudación de las conversaciones de paz.
El Consejo de Seguridad de la ONU lleva semanas negociando una resolución para insistir en una paz duradera entre israelíes y palestinos, pero no se ha alcanzado aún el consenso previo y el asunto ni siquiera ha llegado a ese órgano de Naciones Unidas.
Según analistas israelíes, el conflicto de Gaza ocupará poco tiempo en el discurso de Netanyahu ante la Asamblea de la ONU, que se centrará en las negociaciones en curso entre las principales potencias e Irán acerca de su programa nuclear.
Nueva York fue sede de la última ronda de conservaciones entre Teherán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania), que se cerraron sin acuerdos después de una serie de reuniones bilaterales y multilaterales.
Según fuentes diplomáticas estadounidenses, esa ronda de conversaciones terminó con "grandes diferencias", pero se confía en que se alcanzará un acuerdo antes del plazo fijado por ambas partes para cerrar el pacto, el próximo 24 de noviembre.
En una rueda de prensa que ofreció en Nueva York el viernes, el presidente irání, Hasán Rohaní, pidió "decisiones valientes" para cerrar cuanto antes este pacto nuclear, e insistió en que su país no renunciará al derecho de enriquecer uranio con fines pacíficos.
El Gobierno de Teherán ha venido insistiendo en que hay sectores políticos de Estados Unidos que no están interesados en que se cierre ese pacto nuclear y que le será difícil a la Casa Blanca convencer a sus votantes de la conveniencia de ese acuerdo.
Esa dificultad tiene en cuenta las elecciones legislativas de noviembre próximo y el fuerte "lobby" que mantiene Israel entre los legisladores estadounidenses, oponiéndose firmemente a que se selle un acuerdo nuclear y se levanten las sanciones económicas que afectan a Irán.
La intervención de Netanyahu ante la Asamblea General no será el único plato fuerte de las sesiones del lunes. También está previsto que intervenga un representante de Siria, que vive un conflicto que ha ocupado buena parte de los debates en la ONU en los últimos días.
El programa previo de la Asamblea General de la ONU indica que Siria estará representada a nivel de viceprimer ministro, y Damasco apuntó que vendría a Nueva York Walid Muallem, ministro de Asuntos Exteriores y también uno de los tres viceprimeros ministros de ese país.
La intervención de Muallem cobra actualidad no sólo por la situación caótica que vive ese país desde hace tres años, sino más bien por el comienzo de los ataques aéreos de Estados Unidos y naciones aliadas contra posiciones de extremistas islámicos en ese país de Oriente Medio.
Además, se espera la presencia mañana en la Asamblea General de la ONU de representantes de Liberia y Sierra Leona, los países más afectados por el brote de ébola registrado en África Occidental. De parte latinoamericana, le tocará el turno a Paraguay y Uruguay, que estarán representados a nivel ministerial.