(Actualizado

Alemania quedó en estado de alerta tras un atentado que dejó doce muertos y medio centenar de heridos en un mercadillo navideño de Berlín y que fue reivindicado por el Estado Islámico, mientras se busca al autor del ataque, huido y tal vez armado, tras quedar en libertad el único detenido.

Que el país podía ser el siguiente objetivo del terrorismo, tras los golpes del yihadismo en otros países europeos, era algo que se daba por inevitable y que se plasmó en el corazón de su capital.

El ataque se produjo con un camión de alto tonelaje, como ocurrió en el atentado de Niza (Francia) el pasado julio en el que murieron 86 personas, lo que unido a las primeras sospechas en torno a la posible implicación de un refugiado paquistaní reforzó, de entrada, la pista yihadista.

La agencia de noticias Amaq, afiliada a los yihadistas, aseguró en un comunicado que el autor del ataque era un "soldado" del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

La operación, añadió, respondió a "los llamamientos a atacar a los ciudadanos de los países (que integran) la coalición internacional" que actúa contra el EI en Siria y en Irak.

Poco antes había sido puesto en libertad el joven paquistaní arrestado la misma noche del lunes a dos kilómetros del lugar de los hechos, que había entrado en Alemania hace un año por Baviera tras cruzar la ruta de los Balcanes, como tantos de los 1,2 millones de refugiados llegados al país desde principios de 2015.

Ya antes habían empezado a surgir las dudas en torno a su implicación en el atentado, admitidas por el ministro del Interior, Thomas de Maizière, por la Policía de Berlín, la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) y la Fiscalía Federal.

La Fiscalía decidió no enviarlo a prisión ante la falta de pruebas, mientras proseguía la búsqueda del o de los responsables del ataque y también del arma con la que se disparó al hombre cuyo cuerpo se encontró en el asiento del copiloto del camión -el conductor de una empresa de transportes polaca-.

"No podemos pues excluir que el autor del atentado esté huido", reconoció en una entrevista con la segunda cadena de la televisión pública el ministro de Interior, que defendió no obstante la detención del paquistaní: "Es investigación, no un error".

Antes de conocerse la reivindicación del atentado por parte del EI, el fiscal federal, Peter Frank, había avanzado que todos los indicios apuntaban a un "atentado con trasfondo terrorista", aunque apenas se sabía a ciencia cierta que, según los testigos, una persona se bajó del camión tras los hechos y huyó.

El refugiado paquistaní fue detenido por una llamada de un ciudadano que vio huir a un sospechoso del lugar de los hechos, le siguió y advirtió a la policía por su teléfono móvil de su ruta.

El arrestado tenía antecedentes por delitos menores y su petición de asilo está aún pendiente de resolución, explicó De Maizière.

A los paralelismos con el atentado de Niza se suma la elección de un objetivo "destacado y simbólico", destacó la Fiscalía, como es un mercadillo navideño igual a los que se reparten por todo el país y donde confluyen turistas y locales.

El fiscal recordó que la amenaza terrorista pesaba y pesa sobre Alemania y que las fuerzas de seguridad eran conscientes de la posibilidad de ataques contra "objetivos blandos", como ha ocurrido.

En este clima de alarma, la estación central de trenes de Colonia, en el oeste del país, fue evacuada por un aviso de bomba durante cerca de una hora.

La canciller Angela Merkel acudió al lugar de la tragedia, en el centro de Berlín, a dejar una flor blanca, como hicieron centenares de ciudadanos, y se sumó luego al oficio religioso en la Gedächtniskirche junto al resto de la clase política alemana.

En una comparecencia previa, expresó su conmoción, tristeza e indignación por lo ocurrido y afirmó que, de confirmarse que el ataque fue cometido por alguien "que llegó al país en busca de refugio", sería "especialmente repugnante".

Merkel garantizó que la autoría del atentado será esclarecida y sus responsables castigados según las leyes del país y expresó su rechazo a vivir "paralizados por el miedo ante el mal".

Mientras la clase política e investigadores buscan respuestas a lo ocurrido, la derecha radical de Alternativa para Alemania (AfD) no dejó pasar la ocasión para arremeter contra la canciller, a cuya política de acogida de refugiados responsabiliza de lo ocurrido.

La presidenta del partido, Frauke Petry, subrayó horas antes de surgir las dudas acerca de la relación del detenido con los hechos, que lo ocurrido demuestra que Alemania "ya no es segura" y exigió a Merkel reimplantar los controles de las fronteras.

Ya el lunes, el líder de AfD en el "Land" de Renania del Norte-Westfalia, Marcus Pretzell, había aludido a las víctimas mortales del ataque como "muertos de Merkel".

En este estado federado, de los más poblados del país, se celebran en mayo elecciones regionales, último gran barómetro en las urnas ante las generales de septiembre en que la canciller se presenta a su reelección.

MISA EN BERLIN

El presidente de Alemania, Joachim Gauck, y la canciller, Angela Merkel, asistieron hoy en la Gedächtniskirche a una misa para rendir homenaje a las víctimas del ataque terrorista del lunes contra un mercadillo de Navidad en Berlín que dejó doce muertos y 48 heridos.

La ceremonia, a la que también asistió el ministro del Interior, Thomas de Maizière, se celebró precisamente en la emblemática iglesia en torno a la que se extiende el mercadillo atacado y que constituye un símbolo del horror de la II Guerra Mundial.

El alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller, tomó la palabra para recordar que "la respuesta al odio no puede ser el odio" y subrayó el deseo de todos de "vivir en libertad y democracia".

"No conocemos a ciencia cierta el trasfondo de este ataque, pero sí lo que pretendía causar: propagar el miedo y el odio", señaló.

El atentado demuestra "lo vulnerables que somos", pero "en una sociedad libre no existe una seguridad total. Ese es el precio a pagar", agregó.

BERLIN CONMOCIONADA

Berlín vivió hoy conmocionada las horas posteriores al ataque terrorista en el que un camión arrolló a decenas de personas en un mercadillo y mató a doce, a cinco días de Nochebuena.

La capital alemana amaneció así este martes con sus puestos navideños cerrados, con las banderas a media asta, mucha policía y numerosas ofrendas florales en memoria de los fallecidos, de los que ya se han identificado a seis alemanes.

También hay un total de 25 heridos que permanecen ingresados, 14 de ellos muy graves, de los casi 50 que fueron trasladados a hospitales tras el ataque, entre ellos el joven español Iñaki Ellakuria.

Con flores, velas y misivas, centenares de personas, incluida la canciller, Angela Merkel, desfilaron a lo largo de una jornada de duelo por la Gedächtniskirche, iglesia emblemática de Berlín occidental bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial en torno a la que se extiende el mercadillo de navidad atacado.

En ese templo se organizó por la tarde un servicio ecuménico en recuerdo de las víctimas al que asistió el Gobierno en pleno, mientras en el antiguo sector oriental de la ciudad la Puerta de Brandeburgo se iluminaba con los colores de las banderas de Alemania y de Berlín.

UN ESPAÑOL HERIDO

El joven bilbaíno de 21 años que resultó herido anoche en el ataque contra un mercado navideño de Berlín se recupera tras ser operado con éxito hoy de las fracturas que sufrió en las dos piernas, además de fisuras en la cadera, que según ha confesado en Twitter le provocaron un dolor "insoportable".

Iñaki Ellakuria es un estudiante de cuarto curso del grado de Economía de la facultad de Sarriko (Bilbao) de la Universidad del País Vasco que estaba en Berlín desde septiembre con una beca del programa Erasmus.

Ayer se encontraba con dos amigas en el mercado navideño cuando un camión articulado irrumpió, a las ocho y cuarto, entre los puestos de recuerdos y comidas, llevándose por delante a personas y casetas, con un balance de doce personas muertas y otras 48 heridas.

El camión "pilló de pleno" al estudiante vasco, según relató éste en Twitter, red social en la que es muy activo.

"Oí un camión chocando contra la primera caseta, me giré y lo tenía en mi puta cara. Iba rápido, muy rápido para ser una salida de calzada", contó Ellakuria.

Después comentó: "Estoy bien, gracias a la cantidad de drogas que me han enchufado por vena. Pero el dolor ha sido lo más insoportable de toda mi vida". "Cada vez que lo pienso, más me duele", ha apuntado.

El bilbaíno ha agradecido las muestras de preocupación de todos los que le han preguntado por su estado, así como el trato recibido por parte de "la gente no herida", que "se portó de lujo" ayudando con cojines, agua, comida, mantas, gorros y bufandas, pues "hacía mucho frío, y "cada vez que tiritaba, se multiplicaba el insoportable dolor, el mayor que jamás" ha sufrido.

Esta mañana, ya con la compañía de sus padres en la capital alemana, Iñaki Ellakuria ha sido operado con éxito en el hospital Vivantes Wenckelbach de sus fracturas en la tibia y el peroné de la pierna izquierda, en el empeine de la pierna derecha y varias fisuras en la cadera.

"Todo ha ido bien", ha explicado Efe su padre, Juan José Ellakuria, que ha llegado a Berlín con su mujer esta mañana desde Bilbao al enterarse de que el ataque había dejado herido a su hijo.

El padre ha comentado que el propio Iñaki le llamó "muy nervioso" por teléfono apenas veinte minutos después del atentado y le contó cómo se encontraba, acompañado en todo momento por su amiga, otra joven vasca, que se trasladó posteriormente con él al hospital.

EL CONDUCTOR POLACO PUDO MORIR DE UN DISPARO

El conductor polaco del camión es una de las doce víctimas mortales del presunto ataque terrorista y murió probablemente de un disparo, informó este martes el responsable interior del estado federado de Brandeburgo, Karl-Heinz Schröter.

Según medios polacos, el camión que se empleó en el ataque pertenece a una empresa polaca y fue robado ayer por la tarde, cuando se encontraba estacionado frente a una empresa de Berlín donde debía descargar unas vigas de acero que traía desde Italia.